Natsuki miraba a ambos de sus amigos rubios, quienes arreglaban una de las motos que el hermano mayor de los Sano's había encontrado.
Ya llevaban unas horas ese día y ella en todo ese momento los había acompañado, le parecía entretenido ver como arreglaban aquella motocicleta y aunque no ayudaba- porque no sabía y porque no la dejaron- No se estaba aburriendo para nada.
Menos al ver la satisfacción en el rostro de Mikey al hacer aquello.
Podía ver un pequeño brillo en sus ojos y su gran sonrisa.
-¡¡Encendió!!- salio de sus pensamientos al escuchar la felicidad en la voz de su pareja y sonrío a sus adentros al verlo acercarse a ella como un niño pequeño- ¡Suki, logramos que encendiera!- se tiro a abrazarla.
-¡Eso era seguro!- lo atrajo más a ella- Después de todo su trabajo, estaba segura que la harían funcionar.
-¡Iré a llamarlo!- se levanto pero antes de salir corriendo volteo a ver a la ojirojo- ¿Me acompañas?
-Me encantaría ir contigo y ver la reacción de Take-Chan- lo miro algo arrepentida- Pero hoy ire a ver a Obaa-San.
-¡No te preocupes!- sonrió- ¡Mandale saludos de mi parte!- y sin más que decir salio corriendo.
-Ustedes se ven más unidos- le dijo cuando ella se levantaba haciéndola tensar.
-¿Enserio? Siempre somos así, ¿no?- rio nerviosa.
-¿Hasta cuando planeabas decírmelo?- afirmo su cuello con su brazo y empezó a pasar su nudillo por su cabello- Me entere por el enano ese.
-¡Ken-Chan! ¡Duele, me dejaras calva!- se quejo.
-Muy bien, ¿quién más lo sabe?
-Emma-Chan, Hina-Chan y Kazu-Chan- los enumeró con sus deditos mientras veía hacía arriba- Ah y ahora Ken-Chan- lo miro inocente.
-Idiota- rio- Ya, ve antes que se te haga más tarde. Mandale saludos de mi parte igual.
-¡Claro!- empezó a corree al lado contrario que Mikey- ¡Nos vemos luego!
~~~
Tarareando una viaja canción que solía cantar en el orfanato empezó a caminar hacia el hospital.
Llenándose de una repentina melancolía, que la hizo sonreír. Porque después de todo, todo lo que paso... Por fin podía ser libre, aun aunque hubiera pasado tiempo. No lo era por completo, pero sabia que su paso era lento pero seguro.
-Hola- saludo a las recepcionistas para seguir su camino al ascensor.
Se miro al espejo que había en esa cabina de metal y acomodo un poco su cabello y bajo en el momento que escucho el pequeño timbre.
Paso por los pasillos, sintiendo como el olor a anestésicos y medicamentos eran un poco más fuerte que la entrada y dando algunas vueltas llego a la puerta que buscaba.
Tocó levemente, esperando la autorización para poder entrar.
-Pase- y en el momento que escucho la voz de su abuela, deslizó la puerta para poder entrar- Oh, querida. ¿Qué te trae por aquí?
-Nada...- le sonrió, retirando su mascarilla de su rostro- Solo he querido venir a verte, Obaa-San.
La mayor atrajo a la ojirojo, para así darle un gran abrazo.
Estaba enterada de que hace un tiempo el mejor amigo de su nieta había muerto y del dolor que esto le había causado a la misma.
Chifuyu había ido y le había contado todo lo ocurrido al sentirse culpable de la muerte del ojigris. Sabía que él también era cercano a la de hebras plateadas e iban a visitarla de vez en cuando.
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❀ 𝒜 𝓉𝓇𝒶𝓋ℯ́𝓈 𝒹ℯ𝓁 𝓉𝒾ℯ𝓂𝓅ℴ ❀ 𝚂𝚊𝚗𝚘 𝙼𝚊𝚗𝚓𝚒𝚛𝚘×𝙾c ❀【ᶠⁱⁿᵃˡⁱᶻᵃᵈᵃ】
Fanfiction- ¿Por qué usas mascarilla? - le pregunto el rubio quien se encontraba sentado en el techo junto a ella. Ambos se encontraban en el techo de la casa de la ojirojo viendo las estrellas, tan solo tenían una corta edad de 5 años, pero a ambos les gusta...