【Capítulo 39】

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Natsuki paseaba tranquilamente por el vecindario, las clases en el Dojõ en donde últimamente había estado ayudando al pequeño Taiki.

Se había encariñado bastante con él, al igual que lo había hecho con Hiro. Ambos tenían la misma edad y en más de una ocasión pensó en presentarlos para así crear alguna amistad.

Se detuvo al ver a un grupo de chicos a unos metros de distancia, por su aspecto y forma de actuar pudo descifrar enseguida que parte de otra pandilla.

–¿Y ustedes que hacen aqui?- les pregunto amenazante sin dar un paso más- Este es territorio de ToMan.

–¿Y tú quién eres, pequeña perra?- le pregunto el que parecía ser el líder intentado de intimidarla.

La azabeche suspiró, pensando si eran lo suficientemente ciegos para no ver su Tokkun. Posiblemente era por culpa del viento, al no tener la costumbre de abrochárselo este se elevaba.

–S- antes que ella pudiera formular una sola palabra, el pequeño castaño al cual últimamente había dado clases había aparecido corriendo y se había puesto frente de la ojirojo, extendiendo sus brazos para protegerla.

–¿¡A-A quien crees que llamas asi?!- pregunto enojado y nervioso, aquellos chicos eran intimidantes pero debía de protegerla.

–¿Y tú quién eres, mocoso?

–¡N-No dejare que lastimes a Onē-San!- volvió a gritarle, temblando levemente.

Antes que la pelinegra pudiera detenerlo él ya se encontraba corriendo hacía ese grupo con la intención de golpearlos.

Estaba asustado, sus cuerpo temblaba levemente y aguantaba las lágrimas del miedo, pero quería proteger a Natsuki.

El mayor rio y levanto su puño, pero antes de que este pudiera impactar con el rostro del niño su muñeca fue afirmada por una mano femenina.

–¿¡Ah?!- grito dirigiendo su mirada a la chica, soltó un pequeño grito por la fuerza que estaba siendo ejercida en su muñeca.

La de mascarilla tenia la mirada ensombrecida y ahora ella tenía al castaño detrás, protegiéndolo.

–Esos ojos...- aquel joven dirigió su vista a la chaqueta de la chica, viendo que era un Tokkun- E-Eres...

–¿Al fin puedes reconocerme?- río irónica.

–Eres... Miyo, Comandante de ToMan- comento asustado, viendo como sus compañeros daban un paso atrás- L-Lo siento mucho, Miyo-Sama... Nosotros...

–Solo daré una advertencia- comento agregando más fuerza a su agarre- No vuelvan a acercarse por aquí, ni a este niño que vez o te la verás conmigo. No te doy una paliza gracias a él, así que fuera de mi vista- lo lanzo con facilidad hacia los otros dos y empezó a caminar devuelta al Dojõ mientras le daba la mano, alejándose de aquel aterrado grupo que habían salido corriendo.

Al estar cerca se detuvo y se tiro a abrazar al menor.

–Eso fue peligroso- le recriminó- Por poco no llego y te hubieran golpeado, jamás me hubiera perdonado eso.

–Natsuki-Onē-San...

–¡Onē-San!- otro grito infantil se hizo presente y de la nada los dos se encontraban en el suelo con una presencia más sobre ellos.

–¡Hiro!- grito sorprendida viéndolo como la sonrisa del menos se agradaba.

–¡Eso fue increible, Onē-San! Como lo defendiste- río el pequeño azabeche- Y tú igual fuiste increíble, defender así a Onē-San fue muy valiente- sonrío.

–A-Arigatõ- dijo sonrojado ayudando al pequeño azabeche en levantar a la ojirojo.

–¿Qué haces aquí, Hiro?- le dijo amablemente acariciando su cabello negro.

–Okā-San al fin me dejo unirme al Dojõ el cual siempre hablabas- sonrió de oreja a oreja.

–Me alegra que te hayan dejado- rio al ver como el castaño miraba al ojigris- Él es Taiki, Izumi Taiki. Taiki él es Hiro,  Ishikawa Hiro.

–U-Un gusto...

–¡El gusto es mio! ¿Serás mi compañero?- pregunto ilusionado, aquel chico le había caído bien al ver como había intentado defender a su Onē-San.

–S-Si.

–Onē-San, ¿tú nos entrenaras?- pregunto con brillitos en sus ojos.

–Solo cuando tenga tiempo, tengo cosas que atender así que no siempre estare con ustedes. Pero Sano-San si los podrá atender, es un gran Sensei.

Ambos niños empezaron a conversar, uno más animado y energético que el otro. Pero parecía que se llevaban bien.

–Mejor vayan dentro antes de que empiecen sus clases- los dio un pequeño empujón a cada uno.

–¡Esta bien, vamos Taiki-Kun!- tomo su muñeca para empezar a correr dentro de aquel viejo Dojõ.

Esto es bastante familiar...- pensó nostálgica.

–Eres buena con los niños- se sobresaltó al escuchar la voz del rubio a sus espaldas.

–E-Eso creo...- murmuro apartando la mirada- Aunque ellos son chicos muy dulces.

–Porque eres buena con los niños y así les agradaste de inmediato- tomo su mano- ¿Por qué no salimos a algún sitio?

–Me parece bien- entrelazando sus dedos empezaron a caminar, ambos metidos en su propia burbuja hablando de cualquier cosa que se les venia a la cabeza.

Mientras que Emma los miraba con una dulce sonrisa para ingresar a su casa. Ella sabía el tiempo exacto en que Mikey había empezado a sentir más que amistad hacia la azabeche y lo paciente que había sido al haberla esperado tantos años para que ella se diera cuenta que de igual forma le gustaba.

–Ya quiero ver a Natsuki con un vestido de novia- rio burlonamente.

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Gracias por leer^^

❀ 𝒜 𝓉𝓇𝒶𝓋ℯ́𝓈 𝒹ℯ𝓁 𝓉𝒾ℯ𝓂𝓅ℴ  ❀ 𝚂𝚊𝚗𝚘 𝙼𝚊𝚗𝚓𝚒𝚛𝚘×𝙾c ❀【ᶠⁱⁿᵃˡⁱᶻᵃᵈᵃ】 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora