Herederos Kim Vol. 1 "Nam Joon"

Capítulo 4 La tormenta se avecina

Nam Joon miraba el retrato de su hermosa esposa, estaba feliz de su vida de casado, su sueño de una esposa digna, sin mancha para ser la madre de su heredero se había cumplido con creces, en una época que las mujeres modernas ya no querían hijos, él había encontrado la excepción en Jin.

Querían por lo menos 4 hijos que heredaran el gran imperio farmacéutico que había heredado y orgullosamente había logrado expandir al mercado europeo y americano.

Un suave toqué a la puerta lo saco de sus cavilaciones.

-Adelante.

-Señor le traigo estas requisiciones y este sobre que dejaron en mi escritorio. No supe quien lo trajo pues cuando regrese de mi almuerzo estaba en mi lugar. Trae la leyenda de "Personal y Urgente", por eso no lo abrí.

-Gracias Naomi, puedes retirarte.

Una vez solo el rubio abrió el misterioso sobre, al vaciar el contenido, encontró fotos de su esposa con el cabello corto y una foto con otra mujer vestida con un ajustado vestido, ambas exageradamente maquilladas.

El sobre traía una nota que decía:

"Esta es su esposa, una cazafortunas". Pregúntele ¿En qué antro de China trabajó...?"

Nam Joon furioso arrugo las fotos y marco al jefe del equipo de seguridad que cuidaba a su esposa.

-Johnson al habla.

-¿A dónde está mi esposa?

-Estamos en una juguetería de la 5ta avenida.

-No le digas que llame, voy a ir a buscarla. Quiero que investigues con tus contactos de la CIA. Información sobre unas fotos de Jin. Además quiero informes a detalle cada paso que da. ¿Entendido?

-¿Alguna amenaza señor?

-Solo has lo que digo.

Colgó muy molesto y llamo a su secretaria. Prepara todo, me voy a NY

-¿Para cuándo señor?

-Hoy mismo.

Naomi Chang volteo a ver sorprendida a su jefe. No podía irse estando de por medio la firma con la compañía de Japón.

-¿No me escuchaste Chang? ¡Hazlo ya! Dijo el rubio aventando el retrato de su esposa.

-Sí, señor, perdón señor.- La secretaria salió corriendo asustada de la oficina, en 4 años que llevaba trabajando con los Kim, nunca había visto tan furioso a su jefe.