Herederos Kim Vol. 1 "Nam Joon"

Capítulo 3 Koala azul

Jinie caminaba por la 5ta avenida en Nueva York, todavía le quedaba el compromiso de la última pasarela por cumplir, por eso había viajado sola con su equipo de seguridad a Estados Unidos dejando a su esposo Kim Namjoon heredero de la empresa farmacéutica Kim en Corea donde vivían actualmente.

Se detuvo en el ventanal de la famosa juguetería FAO Schwarz, donde se exhibían animales de peluche en tamaño natural. Miraba con curiosidad los lindos juguetes, de repente fijó su mirada en un hermoso osito azul que le recordó lo tierno que se veía su esposo cuando despertaba o cuando la miraba el día de su boda, se parecía a Nam cuando estaba pensativo o después de hacer el amor.

De pronto Jin sintió un pequeño dolor en su estómago como si la vida le diera un golpe fuerte al darse cuenta que amaba a su esposo y no solo era ese casamiento por conveniencia, inevitablemente se había enamorado de su esposo.

Desde un principio se sintió alagada por las atenciones del heredero de los Kim, pero nunca pudo decirle te amo. Pero ahora por un tonto peluche se dio cuenta que aunque todo este tiempo vivió con miedo a enamorarse. Por fin Nam Joon rompió sus barreras y confiaba plenamente en su amor. Solo con constancia y paciencia, su esposo supo vencer sus traumas de adolescencia que la hacían no poder confiar en la palabra amor.

Entro corriendo a la juguetería, alarmando a sus guardaespaldas, extrañados y buscando una probable amenaza. Jin la esposa del millonario Kim, siempre se comportaba con elegancia y cuidaba sus actitudes, no como esta Jin que comenzó a correr al interior de la tienda y riendo como adolescente.

-Quiero el osito azul que está junto a la pelota amarilla.

-Señorita, ese no es un oso, es un koala.

-Pues quiero ese Koala, pero dese prisa que es para el amor de mi vida.

El encargado sonrió ante las palabras de la hermosa chica tomo el koala -¿Quiere que lo envolvamos para regalo?

-Si.

-¿Quiere añadir alguna tarjeta? Pregunto el encargado ofreciéndole una caja con una gran variedad

Jinie, tomo la caja y rebuscando encontró una tarjeta que representaba su relación.- Esta le dijo. Mientras sacaba su pluma Mont Blanc negra con detalles rosas y comenzó a escribir. Con una enorme sonrisa metió la tarjeta en el sobrecito y la entrego para que la metieran junto al koala en la caja de regalo. Por fin le diría lo que sentía por él.