Narra _____ :
Sentí una sensacion rara al besar a xavi, un hormigueo me recorrió todo el cuerpo, ahora el estaba a mi lado mirando a ninguna parte, seguro que estaría pensando en el beso, en nuestro beso.
Solo le conocía desde hacia unas horas y aun no le conseguía sacar ningún defecto, alguien no puede ser perfecto y eso era inquietante.
Después de pensar decidí hablar con Silvia, sin duda ella me ayudaría, siempre me daba buenos consejos.
-Silvia...-susurré, ya que tenia al lado xavi, y no quería que se enterase de lo que íbamos a hablar.
-Dime-dijo Silvia alzando la voz
-Calla habla mas bajo que no quiero que se entere- dije señalando a xavi disimuladamente.
-Vale, perdón, ¿que pasa?
-¿Tu crees que las persona perfectas existen?
-La verdad es que no, todos tenemos un defecto por muy pequeño que sea
-Es que xavi me parece perfecto, pero siento que oculta algo muy malo
-La verdad yo también tengo ese sentimiento
Deje de hablar con Silvia y me puse a pensar, últimamente pensaba demasiado, debía dejar que todo pasara sin planear nada, ya tenia muchas preocupaciones en las que pensar. Pero no podía todo lo que me pasaba era realmente extraño todo lo que imaginaba que jamas sucedería sucedía.
Decidí hablar con xavi
-Xavi, eres demasiado perfecto ¿no tienes ningún defecto?
- Eso lo tendrás que juzgar tu
- Me desconciertas
-¿Porque?
-Las personas perfectas no existen y tu me lo pareces, y creo que el día que descubra tu defecto me llevare una gran decepción
Parecía que hablaba como si le conociese de toda una vida y no ¡______! ¡basta ya, solo le conoces desde hace unas horas!
Ya íbamos a aterrizar el viaje no se me había hecho tan largo como pensaba, había sido un viaje con muchas emociones, no quería que lo que había pasado con xavi se quedase en una anécdota, decidí apuntarle mi numero en un papel, al dárselo el me dedico media sonrisa.
Bajamos del avión y nos despedimos con dos besos en la mejilla, el aprovecho y me susurro al oido:
-No te dejare escapar nena, eres lo mejor que me ha pasado
Me puse roja y el se fue dedicándome una sonrisa.
-Venga vamos _____ , quiero llegar ya a casa estoy deseando ver todo- me dijo Silvia
- Yo también, estoy nerviosisima quiero ver todos los rincones de Australia.
Fuimos a por nuestras maletas y por fin salimos al exterior, hacia demasiado calor y mucha humedad, Silvia odiaba la humedad el pelo se le ponía como la melena de un león , ya que tenia el pelo rizado.
Llame a un taxi, llego el taxi a los 10 minutos y le indiqué la dirección de la casa en la que nos quedaríamos estos meses.
Era un barrio muy bonito con unas casas muy despampanantes y elegantes
-Mmm..Silvia por cierto tu no conoces a los amigos de tu madre no?
-No, ¿porque lo dices?
-Estoy segura que en este barrio solo vive gente de alto poder adquisitivo
-La verdad no se nada de ellos, mi madre solo me había dicho que eran muy agradables.
Llegamos a la casa, el n°24 de la calle Melbourne, pague el taxi y salimos.
Llamamos a la puerta y nos abrieron, salio una mujer rubia y note a Silvia nerviosa parecía que le faltaba la respiracion , la cara de esa mujer me resultaba familiar pero no conseguía averiguar porque, pero Silvia sin duda lo sabia , por eso ella estaba así.