"¿Podrías besarme un poco más?" Le cuestioné, suplicándole con la mirada que juntase nuestros labios una vez más. Cerré mis ojos al sentir como mi petición había sido concedida, sonriendo ante aquella sensación tan "cursi". Sus labios, acorralando a los míos de una manera más dulce de lo habitual. Esas pequeñas y, para muchos, insignificantes acciones, hacían de mi día a día un lugar más ameno, disfrutable, cómodo. Era como una especie de droga que elevaba mis ánimos hasta los cielos.
"Tengo que irme, ya se me está haciendo tarde." Murmuró utilizando esa voz grave que tanto amaba. Resignado a que se fuese, asentí con cierta tristeza, deseándole un buen día. Lo más seguro es que no pudiésemos vernos hasta la noche. Me encantaría poder estar siempre a su lado, sin embargo, por muchísimas cuestiones se nos es imposible.
Eran las 6:30 de la mañana, y esa despedida tan triste para mí ya no me dejaría seguir durmiendo. Mi primera clase comenzaba hasta las 8, así que tal vez me pondría a hacer un poco de quehacer en mi departamento.
Siendo sincero, la flojera me invadía al ver la pila de ropa que tenía arrumbada justo a un lado de la lavadora. Pero si no lavaba esa ropa ¿Quién más lo haría?
—Debería ponerme a estudiar teoría mejor... —Enuncié para mí, cubriendo parte de mi cara con uno de mis brazos. Iba a cumplir ya año y medio desde que ingresé a una universidad en la facultad de música. Mi más grande sueño es poder ser un cantautor que viva de esa rama artística tan hermosa a mi parecer. La música ha sido mi fiel compañera desde que tengo uso de razón. Durante mi adolescencia, mis padres decidieron inscribirme a clases de piano por las tardes, para que "aprendiese algo en ese tiempo libre que tenía".
Finalmente, terminé siendo un amante de la música en general, pero sin duda, el género que más me apasionaba era el rap, a pesar de que mi vida estuviese rodeada en su mayoría, de música clásica. Siempre fui muy versátil en cuanto a gustos musicales.
Decidí que me dedicaría de lleno a la música, sin embargo, mis padres no estuvieron muy de acuerdo con eso. Me dieron dos opciones, dejar que ellos eligieran la carrera que estudiaría, o dejar que me dedicara a lo que yo deseara, pero con una condición. No me dejarían vivir en su casa, y por supuesto, tampoco me ayudarían a pagar mi carrera.
Y bueno, aquí estoy yo, en una ciudad que conozco muy poco, rentando un departamento y trabajando en las tardes de mesero en un restaurante para poder cubrir mis gastos, además de compartir mis composiciones y obtener ingresos de ellas.
Aún con todo esto, me siento feliz. Muy feliz. Puede que por ahora mi situación no sea favorable, pero bien diría el dicho "El que persevera, alcanza".
Al fin y al cabo, dos maravillosas personas entraron a mi vida gracias a la decisión que tomé, Amelia y Pico. Amelia es una chica hermosa, no lo voy a negar, de buen corazón y que, desde mi llegada, ha estado ahí cuando más la necesito. De vez en cuando me ayuda prestándome ciertos montos. Me da muchísima pena aceptarlos, pues quiero valerme por mí mismo. Lo que menos deseo es que ante sus ojos me convierta en un interesado. Más aparte, se ve que a sus padres no les caigo muy bien a decir verdad.
Pico, por su parte, es el amor de mi vida. Como todas las personas, tiene ciertos asuntos, pero aun así intento apoyarlo en todo lo que necesite. Lo conocí en una de las batallas de rap que el padre de Amelia organizaba. Desde la primera vez en que lo vi, pude sentir lo que muchos conocen como "Mariposas en el estómago" ¡Y sí que las mías eran revoltosas! Era el muchacho más atractivo que había visto en años.
Le pedí que fuésemos amigos y, para serles sincero, sentí una conexión con él. Era extraña la forma en la que me hacía sentir, sin embargo, era reconfortante del mismo modo. Siempre he sido bastante abierto con mi sexualidad, así que no fue un problema aceptar que me había enamorado de un chico.
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Can you kiss me more?
Romance«Todavía somos jóvenes, mi vida. No tenemos nada que perder.» Keith es un chico más que sólo cariñoso. Adora expresar su amor de todas las formas que se le permitan, aunque mediante la música los resultados son asombros. Sin embargo, un obstáculo ca...