Más allá de esa discusión, soy incapaz de recordar lo que sucedió después. No tengo recuerdos de lo acontecido antes de que tanto Diter como Honey, regresaran al salón cuando el receso terminó. Según lo que el mismo Diter me contó, ambos se agarraron a golpes y como era de esperarse, varios de nuestros compañeros intervinieron en defensa de Honey. Al final, un maestro de la facultad vecina se vio obligado a separarlos, y de paso mandarlos a dirección, como si fuesen adolescentes en su apogeo. Aunque debo admitir que, en parte, le agradezco a Diter por esa valentía que tuvo al enfrentarse a Honey. Creo que incluso yo, alguien intrépido y sin temor a "nada", jamás se hubiese atrevido a tanto.
Mi amigo me mostró el reporte que tenía oculto entre sus manos. Él no era de esos típicos muchachos peleoneros. Era muy pacífico a decir verdad, sorprendiendo a la mayoría del salón -quienes en ese momento, actuaron como espectadores durante la discusión-. Busqué a Honey con la mirada, percatándome de que se encontraba interpretando el papel de la víctima mientras sollozaba sentada en su pupitre. Lo curioso del caso, es que nadie se acercó a Diter para cuestionar sus acciones. Después de todo, Honey fue su amor platónico hasta hace algunos meses atrás. ¿Por qué atentaría contra la integridad de una persona a la cual amó enormemente?
Las siguientes dos clases transcurrieron de forma lenta y agobiante. Sentía que no tenía los pies en la tierra, que mi mente estaba en otro lugar distinto a donde mi cuerpo se hallaba. Estar así de distraído era algo anormal en mí.
Sin previo aviso, una inmensa necesidad de llorar me golpeó por dentro. No podía permitirme romper en llanto, mucho menos ahora que estaba tomando clases. Cuando pensé que no soportaría ni un minuto más, escuché la dulce voz de una mujer proveniente de las afueras del aula. Suspiré un tanto aliviado al reconocerla.
Gracias a mi buen desempeño como pianista y en general como músico, fui seleccionado para conformar la orquesta oficial de la universidad. Sí, puede que en nuestra facultad haya alumnos de sobra, sin embargo, muy pocos tienen la oportunidad de ser parte de esa orquesta. Y yo tengo el honor de ser el pianista. Pero, si tengo que serles sincero, después de todo lo sucedido no me sentía con ánimos de ensayar. ¡Ni siquiera recordaba que ese día teníamos ensayo general! Para la poca fortuna que me restaba, traía las partituras que necesitaba en mi morral, así que no tenía mucho de lo cual preocuparme.
—Profesora Izaro. —Enunció aquella amable flautista. —Venimos por Keith para el ensayo general de la orquesta. ¿Podría prestárnoslo un ratito? —Inquirió con un tono juguetón, riendo a lo bajo gracias un comentario hecho por Kilian, el violinista que la acompañaba. Dirigió su mirada hasta mi asiento, haciéndome una seña para que fuese con ellos dos una vez la profesora accedió en dejarme salir. Sabiendo que los ensayos finalizarían dadas las 2:30, Diter decidió despedirse de mí, murmurándome.
—Nos vemos en la noche. —Refiriéndose a las batallas de rap que tenía todos los viernes sin falta. Solté un suspiro de pesadez ante esa oración, intentando sonreír para resguardar mis lágrimas lo mejor posible. "Tengo la sensación de que esta noche será un completo fracaso" pensé. No tenía ánimos para nada, me sentía traicionado, herido, como si en verdad me hubiesen hecho daño físico. Aunque bien dicen que el peor dolor es el emocional. Asentí como pude, encaminándome hasta la puerta del salón.
Saludé a los dos muchachos, intentando darles mi mejor cara para evitar preocupaciones. Además, ni siquiera los conozco lo suficiente para contarles el porqué de mi estado emocional. Cuando llegamos al auditorio, tomé mis partituras y aventé mi mochila tal cual lo hacía en mi departamento. Mientras todos hablaban con sus amigos, decidí apurarme y tomar asiento, acomodando las hojas en su respectivo orden. No tenía intenciones de hablar o hacer desastre para animar a mis compañeros.
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Can you kiss me more?
Romance«Todavía somos jóvenes, mi vida. No tenemos nada que perder.» Keith es un chico más que sólo cariñoso. Adora expresar su amor de todas las formas que se le permitan, aunque mediante la música los resultados son asombros. Sin embargo, un obstáculo ca...