💠Capitulo 3💠

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Pequeño tour por el pueblo

Al entrar a la cafetería mis ojos se toparon enseguida con la silueta de Lysandro, acomodaba las sillas y las mesas. Los Beckham no se encontraban con él, quizás estén en la cocina. Mi madre se acercó para susurrarme que me dejaría mientras yo pedía disculpas, ella iría a buscar a Sam para hablar con él.

Comencé a caminar en su dirección mientras respiraba y exhalaba en pequeñas cantidades, estaba inquieta, la última vez que me disculpe por algo termino horriblemente. «Vamos Juliette, no te pongas nerviosa, esto es simple» me repetí hasta que llegué finalmente a él.

—Hola, ¿Tienes un minuto? —Dije con nerviosismo.

Voltio para verme para continuar con lo que hacía. — ¿Quieres acusarme de otra cosa aparte de cazador? —En su voz se nota la irritación.

— Es acerca de ese tema... Quiero pedirte disculpas por lo de anoche.

— ¿A noche? —Interrumpió Castiel, me gire para ver el intruso en la conversación. —Vaya y yo creí que era rápido con las chicas, pero resulta que me acabas de ganar Lysandro. Acaba de llegar y ya tienen "una anoche".

—Es una conversación privada ¿Acaso no se te enseño a respetar? —Su tono de voz se volvió más grave y agresiva.

—Claro, mi padre me enseño ¿Y a ti?— Dijo con un tono burlón— Solo que creía que ella me buscaba y no quería que perdiera el tiempo hablando contigo. No creí que te conociera.

Lysandro le dedico una mirada de irritación a Castiel. —Ve a fastidiar a otro.

Estaré acomodando los libros si me necesitas Juliette. — Me dedico un giño antes de dejarnos solos.

— ¿Lo conoces? — Dijo con sorpresa.

«Incomodó» ─ Su padre es un amigo cercano y de infancia de mi madre. — «Los chismes en este pueblo van en caracol. Completa decepción esperaba que todos estuviera enterados».

—Cierto, la chica Evans. Eres la nieta de la Sra. Navarro.

Asentí. —Si, llegue ayer.

—Por un momento olvide quien eras. —Dijo sin importancia.

«Perdona, memoria de Dory» —Debe ser difícil recordar quien llega a vivir a un pueblo de 1000 habitantes. No te preocupes. —Dije con ironía.

Dejo de hacer lo que hacía para mirarme a los ojos y soltar una carcajada, logre llamar su atención completa.

— Ya que por primera vez me prestas atención desde que comenzó nuestra conversación, me gustaría aprovechar para pedir perdón. Lamento lo que te dije anoche, en verdad no merecías que te llamara "un maldito cazador" tú solo querías ayudar al lobo, debí haber preguntado quien eras antes hacer conjeturas.

Te hice un cupcake a modo de disculpa. —Se lo extendí.

—¿Me hiciste un cupcake? — Lo tomo y lo probo. —Vaya es mejor que el que hacen aquí. Deberías darle la receta a Sam.

Le dediqué una sonrisa. —¿Entonces estoy perdonada?

—Podría decirse...

—¿Podría decirse? —Interrogue.

—Te perdono por lo de cazador, si me dejas mostrarte el pueblo.

— ¿Me quieres enseñar el pueblo?

—Me gustaría enseñarte que no va para nada conmigo ese título, además gran parte de los chicos aquí son una molestia y tus pareces ser interesante.

mentiras, secretos, sangre y yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora