mentiras, secretos, sangre y yo.

💠Capitulo 1💠

Llegando a un pueblo alejado de la mano de Dios.

El aire golpea despiadadamente mi rostro, cortesía de ser mediados de otoño. Solo tengo la esperanza de que la pañoleta y el chongo resguarden mi cabello ondulado de él, y no termine después del viaje de carretera de 5h con un lío en el, claro que el convertible viejo, un *international Harvester 80, de mi madre no ayudaba, el techo del descapotable hace años que se negaba a cooperar, lo adquirió en ese estado. Sorprendentemente, seguía en marcha, gracias a los cuidados que le daba.

—¡Auch! —Me queje, mi trasero me dolía, mi progenitora acaba de volver a pasar un bache de la carretera. —¡Maldita sea! —La pañoleta voló con la liga que sostenía mi chongo y ahora era notorio que mi cabello se esponjó tanto que con fijador y gel podía dejar de ser parte del trío de oro a ser la matriarca de la familia Frankenstenstone.

Deje soltar un suspiro de frustración mientras cerraba mi agenda para guardarla en la pequeña mochila que llevo en mi regazo. —Odio que pasa, me hubiera gustado haber heredado tu cabello liso y no el de él.

— No digas eso, tu cabello ondulado es hermoso, era rizado —La miré de reojo, aún mantenía la postura rígida del inicio del viaje y seguía aferrándose al volante con todas sus fuerzas como si temiera que en cualquier momento se zafara del automóvil. Me sorprendió bastante que decidiera manejar en lugar de ir en tren o en avión. Consiguió su licencia de conducir a los 16 años, desde entonces solo manejaba en ocasiones contadas y la mayoría habían sido en la gran manzana, nunca en carretera.

Mi rostro de confusión debió ser tan notorio porque enseguida respondió la duda que aún no expresaba. — Me refiero al cabello de tu padre, rizado, como el de Jonathan Loughran, solo que el suyo era negro, igual que el tuyo.

— ¿El de Hotel Transilvania? —Dije mientras buscaba en mi mochila una liga para poder trenzarme el cabello.

— Si, no conozco a otro Jonathan Loughran pelirrojo. —Dijo mientras baja el volumen a Everybody de los Backstreet Boys.

Suponía que el color de mi padre era negro, como el mío, después de todo mi mamá tenía el pelo pelirrojo. Si ambos lo tenían rojo, seguramente sería castaña o rubia, o incluso pelirroja. También estaba la posibilidad de que simplemente lo hubiera heredado de otro familiar antecesor, o genéticamente los cromosomas me hubieran puesto un poco más de pigmento, volviéndome morena, o con el tiempo se convirtió en castaño, aunque las fotos de bebé mostraban claramente esto no paso.

De cualquier forma, me sentía bien con el color de pelo que heredé de mi padre.

— ¿Cuál es el itinerario de hoy, capitán?

—¿Itinerario? —Pregunte confundida.

—La lista de pasos que realizas a diario para planificar tu vida, ya sabes la que haces todos los días, siempre planeas todo. ¿Así que cuál es el itinerario para la llegada?

— Primero llegar al pueblo a comer, busqué en Google restaurantes que tuvieran un menú vegetariano o al menos algo que pueda consumir, vi bastantes reseñas. Gano uno llamado Sugar coffe. No hay nada con carne, o eso espero porque pone restaurante vegano, en su página.

—¿Sugar coffe? Creí que jamás volvería a escuchar sobre él, bueno, en realidad tenía esperanza de nunca volver a Hollow Riddle después de que tu padre y yo nos largáramos de ahí.

—¿Es la famosa cafetería donde se reunían?

—En realidad todo el grupo, era el sitio oficial de reunión de los rebeldes de Hollow Riddle.

Solté una pequeña risa. — ¿Rebeldes de Hollow Riddle?

—No te burles, éramos un grupo temible. Causábamos terror en el pueblo, nadie se metía con nosotros.