iii; just not right.

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Ashton

 

Ahí estaba. Sentado en una mesa, con Calum sirviéndome 5 shots de vodka. Los tomé de una sola vez.

“Espera, otra ronda” Pedí.

Él tan solo sirvió otros cinco.

“Te dejaré la botella, ¿ok?” Dijo, dejando el Smirnoff en la mesa de la cocina y marchándose.

En cuanto terminé la segunda ronda, Michael entró, con una bolsa de papitas.

Las dejó en la mesa, mirándome consternado.

Lo observé incrédulo.

“¿Están envenenadas?” Pregunté, sin querer aceptar su gesto.

“Es lo que me gusta comer cuando la gente me rechaza” Replicó.

“No me botaron, ¿de acuerdo?” Respondí, enfadado.

“Lo vi junto a Liam. Claro que te botaron”

Casi me ahogué con el vodka, que tomaba en la botella por el pico.

“Me imagino que piensas utilizarme para algo o no sé qué mierda” Reacio una vez más, dije.

“¿Podrías callarte de una puta vez? Trato de empatizar contigo. ” Se quejó.

Abrí mis ojos ampliamente. Que gilipollas.

“Sé una cosa o dos de ser rechazado cuando eres más vulnerable” Continuó.

Otra vez, estuve a punto de escupir el alcohol que insistía en ingerir. ¿Qué mariqueras decía?

“Abby me rechazó esta noche, ¿de acuerdo?” Admitió.

“¿Era el problema del tatuaje o del cabello?” Pregunté, sin inmutarme.

“Es un secreto por una razón” Reafirmó, exasperado.

Tomé algunas papitas.

“No me vas a decir, ¿verdad?”

“Por supuesto que no”

Me llevé las papitas a la boca.

“Abby es una zorra nada más. Me quería hacer un 'trabajito manual' cuando estaba recibiendo a las cheerleaders.”

“Bueno, Normani es una idiota por no dejar que la besaras. Te veías como un desesperado”

“Me vuelve loco. Es tan hermosa... Sentí algo cuando la besé y no creo que pueda olvidarlo a menos que esté lo suficientemente ebrio. A lo que voy” El líquido quemó mi garganta por unos 5 segundos y tragué con dificultad semejante cantidad de líquido. Ya empezaba a ver dos Michael.

“Pues deberías tratar de levantarte y hablar con ella” Sugirió.

“Eso haré” Y traté de ponerme de pie, de verdad traté, pero perdí el equilibrio y terminé apoyándome al mesón de la cocina. “Mierda”

“No hace falta”

Una voz resonó en mi cabeza, creí, pero al verla, con sus gafas puestas, en el marco de la puerta; supe que estaba allí. A menos que Calum me hubiese puesto algo en la bebida.

“Ya, Mikey, has hecho suficiente.” Dijo, acercándose y sentándose en el mesón.

“¿Qué haces aquí?” No me había percatado del vago intento de mi parte por articular propiamente mis palabras. El alcohol hacía efecto, en demasía para mi gusto.

2 worlds collide » 5h x 1d x 5sos x zaynDonde viven las historias. Descúbrelo ahora