Frío Universo

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Marcos iba en el taxi adelante, Candy detrás, el observaba por la ventanilla sin decir palabra escuchando música.

-¿Marcos? ¿Estás bien?

-...

Flasback

-¿Acaso quieres comprobar el funcionamiento de el arma de la pared? ¿Es eso no?

-No me malinterprete, mis intenciones no son las que piensa, yo simplemente...

5 minutos más tarde...

-¡JAJAJAJAJAJA! ¡TRÁELA TEMPRANO MUCHACHO!

Fin del Flasback

-Si, estoy bien, ¿Porqué piensas que no?

-¡Pues estoy muy emocionada! ¡Cuéntame los planes!

-Jaja, calma, allá lo verás todo, debería estar listo... Supongo...-Dijo Marcos con un tono poco animoso.

Realmente Marcos tenía su mente en otro sitio... O más bien... En alguien más... Observó su teléfono, eran las 6 de la tarde, el sol iba cayendo sobre la ciudad, que empezaba a teñirse de los hermosos colores iridiscentes propios de un atardecer. Las luces artificiales empezaban a hacer acto de aparición mientras el cielo tenía un aspecto despejado, decorado con un par de nubes que hacían del paisaje algo digno de una pintura. Por otro lado Marcos reproducía en su cabeza una y otra vez las imágenes que para el resultaban repugnantes, nada más y nada menos que Victoria besándose de esa manera con alguien más. A su vez en sus audífonos "Love song" de Yungblud lo único que hacían era empeorar el sentimiento. La voz de Christie lo sacó de sus pensamientos:

-¿Falta mucho...?- Decía Candy con los brazos cruzados haciendo una rabieta como niña pequeña.

-De hecho ya estamos llegando, nos puede dejar sobre esa acera- dijo Marcos pagando al taxista.

Se detuvieron y empezaron a caminar por un camino de madera, Christie llevaba un vestido blanco bastante translúcido bajo el cual se veía un traje de baño color verde esmeralda, caminaba descalza con unas sandalias en mano y en la otra mano llevaba un enorme parasol, a Marcos este le hacía recordar al que lleva la princesa de los juegos de Super Mario.

Ambos hablaban sobre Cromodinámica Cuántica como si fuera cuestión de todos los días y de seguro para ellos, el mundo sería mejor si lo fuera. Llegado un punto, ya no había más tablillas de madera y la noche empezaba a caer... Christie cerró su parasol y quitó su sombrero, uno también gigantesco, dejando caer su largo y blanquecino cabello.

-Bien- Dijo Marcos- Es aquí.

Era una casa pequeña, se veía acogedora, con un pequeño porche en el cual se asomaban dos sillas que observaban a la luna. En las vigas de la casa estaban sujetas pequeñas luces de árbol de navidad y había un pequeño jardín en la entrada, dividido por un camino de piedras. En general era un sitio cálido y un ambiente tranquilo, el agua se veía bastante revuelta, con un color azul oscuro que reflejaba los rayos de la luna. Christie observó a Marcos y sonrió, este a penas le devolvió la sonrisa.

-La llave debe estar aquí- Dijo Marcos buscando bajo una piedra donde al parecer un cangrejo estaba durmiendo, por la oscuridad él no pudo verlo, y terminó recibiendo un piquete de la tenaza de este- ¡AAAAA!- Gritó Marcos mientras sacudía con fuerza su mano.

-¡¿Que pasa?!- Vino Christie a ayudarle pero tropezó, cayó sobre él, y ambos rodaron por el jardín.

Hubo un momento de silencio, el cual se rompió por las carcajadas de ambos que se intentaban levantar y volvían a caerse sobre el otro, en un último intento Christie cayó sobre el pecho de Marcos y éste, entre risas se acostó sobre las plantas.

Observó a Christie un momento, está jadeaba sonrojada de tanto reír y le regaló una enorme sonrisa a Marcos con sus dientes tan blancos como su cabello. Marcos acarició su cabello y le devolvió la sonrisa

Quizás esto no es tan malo después de todo- Pensó.

Oye Christie- Dijo Marcos acostándose como si dejara ir todas sus fuerzas.

-¿Sí?

-¿Viste las estrellas hoy?

-Hmmm- Dijo dándose la vuelta para poder observar el cielo, se recostó sobre Marcos como si fuera una almohada- Ahh... Están hermosas...

-Está claro que nosotros no lo veremos, el futuro sabes, pero los científicos tampoco se ponen de acuerdo, parece que la teoría más extendida dice que las galaxias continuarán expandiéndose y que el universo poco a poco se enfriará y las estrellas se irán apagando hacia el infinito.

-Marcos...

-¿Sí...?

-Agradezco haberte conocido, y espero que algún día, aunque el universo se enfríe, nuestro recuerdo esté ahí presente...

-...

-Tampoco necesitas decir nada...

-Ahh...- Marcos suspiró mientras apoyaba su cabeza en sus manos- Creo que nada es tan duradero...- Dijo con un tono nostálgico.

-Uuuuuu- dijo Christie a modo de burla- Eso me suena a corazón roto señor Larsson- se volteó para ver a Marcos de nuevo.

-Me suena a que tenemos que entrar a la casa Candy- Dijo Marcos dándole un par de palmadas en la cabeza a Christie.

-¡No me trates como si fuera una niña pequeña! ¡Ash! ¡Te odio!

-Ja, ja, ja, ja, ja, creo que te delatas, venga vamos- Dijo Marcos mientras se levantaba para darle la mano a Christie.

Marcos recuperó la llave y Christie caminaba subiendo el par de escaleras hacia la casa, Marcos iba detrás de ella, pero se detuvo por un momento a observar el mar, que empezaba a calmarse, se quedó pensando un momento, Christie notó esto.

-Marcos... ¿Estás bien?

-...

-¿Marcos?

-Sí. Estoy bien- volteó rápidamente y sonrió a Christie.

-Bien, ¡vamos!

-Sí.

Marcos abrió la puerta y Christie pasó, Marcos observó el mar una vez más... Agachó la cabeza... Y entró a la casa.




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⏰ Última actualización: Jun 14, 2021 ⏰

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