Marcos y Candy paseaban en la escuela pues aún no sonaba el timbre de ingreso.
-Sí jaja, aunque la verdad pienso que la anterior versión tenía mejor historia que esta. Lo único que mejoran son los gráficos- dijo Candy, hablando acerca de un videojuego.
-Bueno, a mí la verdad me parece que es mejor, y lo digo no sólo por los gráficos sino en general. Pero bueno, cada quien con sus gustos.
-Sí bueno. Y Marcos... ¿Tienes novia?
Marcos palideció.
-Yo amm...
-Si no quieres decirme no tienes que hacerlo- Candy observaba de manera extraña a Marcos- Te escuché hablando en el columpio y... Supongo que te llevaste alguna decepción de alguien o no sé, sólo es una conjetura.
-No tengo novia, y lo del columpio fue porque fallé en mi selección de "amistades".
-Mmm... Ya veo.
-¿Qué te llevó a hablar conmigo? Antes jamás te había visto, ¿Cómo me conoces?
-Bueno la verdad tienes razón, no te conozco. Te contaré: Verás en mi anterior Instituto, destacaba por ser muy "lista", pero no tenía a nadie más que me hiciera par. Luego nos mudamos mis padres y yo a este vecindario y este fue el colegio al que fui inscrita. Antes de entrar a mi primer día, revisé los expedientes de cada alumno, buscando alguien interesante- Marcos interrumpió.
-Eres un "poquito" rara Christie.
-Jaja, sí. Podría decirse que sí. Pero es un poco triste y solitario no tener quien te entienda, supongo que sabes de lo que hablo.
-Sí bueno este...
-Sí, lo sé. Bueno encontré tus notas, tu historial es impecable y te destacas increíblemente en los juegos de estrategia. En especial el ajedrez. Por eso te invité a un juego. Quiero saber que tanto tenemos en común...
-Mmm, poco ortodoxo.
-Pero interesante.
-Concuerdo.
-Jajajaja Marcos creo que nos llevaremos bastante bien.
Marcos no dijo palabra. Ahora sentía que debía vengarse, pero ¿por qué? Ah sí. Le causaba mucha ira ver a su Victoria besarse con otro chico... Alto... ¿"SU" Victoria? Sólo había una respuesta para esto... Marcos salió de su casa muy rápido y no comió y el hambre le causaba alucinaciones, sí, era eso. Como sea.
-Sí. Nos vamos a entender.
Sonó el timbre y se dirigieron cada uno a su aula. Christie era un año menor que Marcos.
El tiempo en clase pasó muy rápido. Marcos ni volteó a ver a Victoria. Pero por la sensación de ser observado el sabía que ella sí había volteado a verlo. Obviamente la vergüenza hizo que no le dirigiera palabra.
Sonó timbre de receso y Marcos tomó su bolso y lo puso de un costado como siempre. Victoria estaba sentada en la primera fila al lado de la puerta y Marcos al pasar ni siquiera la observó. En cualquier caso el bolso hubiese eliminado el contacto visual entre ambos. A Victoria le pareció muy raro ver a Marcos saliendo en un receso, esto arruinó su plan que era hablar con él en el aula de clases. Tendría que improvisar.
Marcos no tuvo que esperar mucho. De el salón de al lado salió Candy con una sonrisa en la cara.
-Hola Marcos.
-Hola Candy.
-Me parece que tenemos un juego pendiente.
-Así es.
-¿Quién crees que gane?
-Las probabilidades apuntan a mí.
-A veces las probabilidades fallan.
-No en este caso.
-Que confianza. Veremos si eso te salva.
Ambos caminaron hacia un sitio alejado donde había buena sombra bajo un árbol. Era un sitio cómodo y relajante.
-Ok aquí está.
Candy sacó una caja de su bolso. Era obviamente a cuadros blanco y negro. Al sacar las piezas, eran de cristal, unas plateadas y otras doradas. Sin duda alguna era bellísimo el ejemplar de juego que poseía esta chica.
-¿Blancas o negras?- Preguntó Candy.
-Blancas- Dijo Marcos.
-Ok empecemos.
Era una partida de lo más interesante y entretenida llena de risoteos, que Victoria observaba desde lejos...
-Eres la mejor oponente que he tenido- Decía Marcos moviendo la torre de un lado.
-Lo sé. Soy la mejor- Decía Candy vanagloriándose con gestos altaneros.
-No lo suficiente- Marcos movió el alfil- Jaque Mate.
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No Es Cuestión De Ajedrez
DragosteUna batalla perpetua entre el cerebro y el corazón... Entre un Rey y una Reina. Al final ambos pueden ganar, pero la respuesta no es cuestión de ajedrez.