No te estaba buscando, pero me encontraste.

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Me desperté envuelta en sabanas, mi cuerpo completamente desnudo. Noto que tengo un brazo alrededor de mi cintura. Veo su piel perfectamente blanca su mano descansaba en mi abdomen.

Quería voltearme, pero sin despertarla, para mí era un sueño estar con alguien que amaba y saber que ella también me amaba a mí era lo más increíble que me podía haber pasado.

Logre darme la vuelta, verla tan apacible y tranquila. Su cara relajada era hermosa como cuando reía. Aun con sus ojos cerrados podía ver el brillo que desprendían.

Antes me había enamorado de alguien que no me correspondió, me dejo muy dolida. Nunca pensé volver a enamorarme no así, siento que he perdido la cabeza y que nadie me va a creer. No quiero ser intensa, pero ella se estaba convirtiendo en mi mundo entero.

Sentirla a mi lado era una de las sensaciones más increíbles, definitivamente no podía amar a otra persona como la amaba a ella. Por Valentina me enfrentaría a lo que sea, para verla feliz y seguir sintiendo estas ganas de estar con ella.

Siempre leí que cuando te enamoras se crea una nueva ramificación en tus neuronas y la hormona del amor se activa, tu corazón se acelera y quieres estar en ese estado de euforia todo el día y es por eso que no quieres alejarte de la persona que te hace sentir de ese modo, es como la tristeza una droga.

Yo sabía que no hacía falta que Valentina me dijera siempre que me amaba, cada gesto que tenía hacia mí era más que suficiente para saber que lo hacía con todo el amor del mundo.

Me quede viéndola por un par de minutos más, hasta que poco a poco comenzó a moverse y abrir sus hermosos ojos azules, que ya extrañaba ver. Se sonríe al verme me abraza metiendo su cara en mi cuello.

-Buenos días.

-Buenos días amor.

- ¿Es real lo que paso anoche Juls?

-Eso debería preguntarlo yo- le digo riéndome mientras la intento peinar con mis manos.

-Me refería a que nos dijimos te amo.

Su aliento pega contra mi clavícula, el perfume de Valentina era, mi droga, no importa qué hora pudiera ser, siempre olía bien.

-Yo lo dije con mi corazón en la mano. Realmente te amo con mi vida, mi mente y alma Val- se sonríe levanta la mirada y me ve directamente a los ojos, su color era nuevamente ese azul como un arrecife era increíble.

-Juls yo también te amo. Jamás pensé que se lo diría a alguien externo a mi familia, pero tu llegaste y cambiaste todo. Me haces sentir mejor persona y actuar mejor. Eres mi puerto seguro y quiero ser el tuyo siempre Juls.

Nos tomamos de la mano, nos besamos cariñosamente. Definitivamente sabía que con ella quería vivir toda la vida. Hasta viejitas... hasta pasitas.

- ¿Babe quieres comer? - pregunto aun tomándola por las mejillas.

-Bueno si me lo preguntas así. Como que si tengo ganas de comer- dice en tono picarón.

-Vamos a comer comida Carvajal- me rio dándole un beso cariñoso en su mejilla.

Fuimos a la cocina para prepararnos algo para comer juntas. Hacer este tipo de actividades con ella, era disfrutarlas el doble. Con Val me sentía super cómoda, no se expresar la sensación que tengo cada vez que estamos juntas, era como si la conociera de toda la vida.

Valentina era sensible, pero con un carácter muy volátil que me encantaba. Aunque personas externas no lo entendían sabía que era muy noble. Valentina se avocaba por ayudar a otros sin esperar nada a cambio.

Adelante, mira mi corazón arderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora