Capítulo 6: El despertar fantasmal

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Alan

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Alan

Un relámpago de dolor recorrió desde lo más profundo de mi pecho y llegó hasta la punta de las gemas de los dedos. Sentía como mi cuerpo hacia movimientos bruscos y cómo se arqueaba en posturas imposibles.

En ocasiones gritaba con todas mis fuerzas, esperando que haciendo este gesto se deshiciera un poco el dolor tan intenso. Otras mi boca se abría, pero era incapaz de producir ningún ruido.

Estaba muerto y me habían condenado al infierno. No había otra explicación. La quemazón que notaba en cada célula de mi cuerpo, el sonido atronador que provocaba mis latidos, el fluido que devoraba mi sangre transformándola en lava... era lo más parecido al infierno que mi mente se hubiera permitido imaginar.

¿Qué había hecho yo para merecer esto? ¿Qué pecados había cometido? ¿A quién le había destrozado el corazón para merecer semejante castigo? ¿A quién he humillado y tratado como mi ganado? ¿A quién no había salvado? ¿Quién se había muerto en mis brazos?

Ante todas estas preguntas, me vino a la mente esa pequeña criatura. Esa bebé de apenas unos dos años que había cogido esa dichosa enfermedad. Estuvo Carlisle días y días intentando salvarla y yo hice muchas horas extras a su lado para poder controlar sus constantes vitales. Pero todo fue en vano. Sus pequeños pulmones no fueron suficientemente fuertes para aguantar toda la carga viral. Murió por fallo cardiaco y respiratorio. No pude salvarle, no pude.

Lo peor fue, ver los rostros de sus padres al recibir la noticia. Incluso Carlisle, tan perfecto en facciones parecía a punto de desmoronarse al darle la terrible noticia. Yo con la bebé en brazos, si poder deshacerme de ese cuerpecito, se lo entregué a la madre sintiendo así que una gran parte de mí, había perecido junto con él.

Dios me ha castigado por no salvar a esa inocente. Por eso contraje también esta enfermedad y por eso, estoy pasando mi propio infierno. Lo afronto con orgullo y determinación, porque merezco morir entre las brasas por dejar machar un alma tan pura. Por dejar a unos padres sin un hijo, por arrebatarle un futuro a esa criatura...

El fuego abrasador se centró en mi corazón y pegué un chillido pidiendo auxilio. Al menos lo intenté, pero no pude vocalizar. Ese fluido desconocido para mí, me estaba invadiendo la garganta.

—Tranquilo Alan — escuché una voz — ya falta poco. Sé que duele, pero estarás bien, más que bien.

Intenté concentrarme en la respiración de esa voz, pero no encontré ninguna ¿Había sido mi imaginación? La había escuchado muy cerca y me era muy familiar. Esa voz me hacía sentirme bien, hacía sentirme como en casa.

Comencé a hiperventilar de una manera alarmante. Abrí los ojos y sólo pude ver todo de color rojo adornar cada recoveco que mi vista llegaba alcanzar. Sentía que mi pecho ardía derritiendo cada parte del órgano como si fuera un delicado papel ¿Cuándo terminaría esta tortura?

Luna Azul // FanFic de CrepúsculoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora