𝐀𝐧𝐢𝐦𝐚𝐥𝐬「ʙɴʜᴀ」

𝙽𝙴𝚂𝚃𝙸𝙽𝙶 𝙽𝙴𝚅𝙴𝚁 |𝙺𝙰𝚃𝚂𝚄𝙺𝙸 𝙱𝙰𝙶𝚄𝙺𝙾 𝙰𝙻𝙿𝙷𝙰! 𝙸𝙸|

Créditos a: theamberwriter.

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Estaba mal, podías sentirlo. Sabías lo que querías, pero estuvo mal. Te regañaste una y otra vez; esto había estado sucediendo durante meses, demasiado tiempo y más de lo que te gustaría admitir.

—No debería querer sus dos olores aquí —gemiste, arrojándote a tu nido.

Después del acertijo de anidación que tuvo lugar en tu apartamento hace apenas siete meses, todo había cambiado. Kirishima se había convertido en una parte muy importante en tu vida; después de olerlo para fastidiar a Katsuki durante una pelea, ahora parecía decidido a ganarte. Incluso si no se dio cuenta, Eijiro básicamente vivía ahora en tu casa.

Te hizo sentir segura. Su aroma te tranquilizó con solo un soplo, casi sentiste como si te estuvieras enamorando de nuevo. No amabas menos a Katsuki, pero te estabas enamorando de Eijiro. Te preguntaste si tal vez siempre lo habías sido; después de todo, era tan fácil enamorarse de él.

Los pensamientos intrusivos que tenías sobre tu nuevo huésped habían ido creciendo. Antes, estaban salpicado, solo una cosa ocasional. Fácil de quitar, pero ahora habías estado fantaseando apropiadamente sobre cómo sabía. Sobre cómo se sentirían sus manos contra la piel que solo Katsuki y tú habías tocado.

Te preguntaste cómo encajaría con tu familia. Cómo reaccionarían si no tuvieras uno, sino dos Alfas. Te preguntaste si estabas siendo codiciosa, queriendo ambos, pero lo hiciste con vehemencia.

Esto no estaba bien.

¿Cómo podrías explicarle eso a tu pareja de año y medio? ¿El hombre con el que hablabas de casarte? ¿Cómo pudiste decirle que todavía estabas loca por él, mientras también amabas a Kirishima de la misma manera? ¿Qué pensaría él siquiera de eso?

—Nunca podría preguntarle a Katsuki... —murmuraste—. Él nunca...

Pero el hecho de que tu novio se había enamorado un poco de Kirishima nunca fue un secreto. No para tí, al menos. Afirmó que era porque eran mejores amigos, pero no actuaba así con amigos normales. Quizás Katsuki no se opondría... pero ¿estaría dispuesto a compartir un omega?  Esa era la pregunta.

Los alfas eran posesivos. Querían lo que querían, y lo que era de ellos era de ellos. Los dos se habían peleado por tí; Alpha vs Alpha, ¿Realmente podrías pedirles que te compartan?

Kirishima era ahora un elemento casi permanente en tu hogar. Nunca se había interpuesto, de hecho, se sintió como si una pieza encajará en su lugar. Tu hogar se había sentido más brillante y se había llenado de más risas; todo fue asombroso, cuando los dos se estaban comportando.

Pero el aire tenso entre los dos alfas era sofocante, hubo momentos en que ambos bajaron la guardia. Momentos en los que ya sentía que tenía una dinámica, aquellos tiempos fueron asombrosos. Te apoyaste en Katsuki y Kirishima se acurrucó contra tí.  Katsuki y Eijiro actuarían en pareja, incluso cuando no tenían la intención de hacerlo.  Querías sofocarlos a ambos en besos.

Pero no pudiste.

¿Qué ibas a hacer?

Gemiste en voz alta y arrojaste una almohada a la puerta. Un estallido de tu peculiaridad hizo que golpeará más fuerte de lo que pretendías; en un instante la puerta se abrió y la cálida y deliciosa fragancia mixta de Katsuki y Eijiro inundó. Estaban muy alerta, sus ojos estaban muy abiertos, buscando peligro.

—¿Qué diablos está pasando? —espetó Katsuki. Tenía los hombros tensos y los tendones de su cuello sobresalían. Era una serpiente enroscada lista para saltar.