𝐀𝐧𝐢𝐦𝐚𝐥𝐬「ʙɴʜᴀ」

𝙺𝙰𝚃𝚂𝚄𝙺𝙸 𝙱𝙰𝙺𝚄𝙶𝙾 𝙰𝙻𝙿𝙷𝙰!

Créditos a: imaginebnhaomegaverse.

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Bakugo Katsuki era un alfa arrogante.

Era grosero, vil, ruidoso y no mostraba absolutamente ningún respeto por nadie. No le importaba lo que los demás pensaran de él. Llevaba su excepcionalmente potente aroma alfa como una capa orgullosa para que los demás supieran que debían retroceder y no desafiarlo.

Tenía una compañera, para sorpresa y horror de todos, a la que trataba nada menos que a sus iguales... pero eso no significaba que fuera amable con ella.

No, trató a su adorable, amable y hermosa omega como si no fuera más que una compañera al azar que solía conseguir lo que quería. Claro, eran compañeros unidos, y T/n siempre lo trataba con amabilidad y amor, pero aún así la maldecía y la llamaba "omega de mierda" e "idiota".

Este era un alfa con orgullo del tamaño del mundo, y no dejaría que su omega se lo quitará.

Tal vez por eso todos le decían constantemente a T/n que se mantuviera alejada de él, que terminará la relación y encontrará una pareja que realmente se preocupara por ella. Todos, incluida su mejor amiga Ochako, que siempre veía lo mejor en las personas. Demonios, incluso el mejor amigo de Katsuki, Eijiro, comenzó a darle pistas sobre tal vez hablar con su alfa sobre su relación o dejar la relación por completo.

Bakugo Katsuki era un hombre que no se molestaba, pero estaría condenado si eso no dolía. Si su mejor amigo pensaba eso, entonces tal vez realmente era un alfa de mierda.

Sin embargo, su omega nunca se rindió con él. T/n siempre lo defendió, incluso contra sus propios amigos, y juró no dejarlo nunca. Se enojaba cada vez que alguien hablaba en contra de su alfa, sus ojos ardían y sus manos se apretaban en puños junto a sus muslos. Katsuki estaría mintiendo si dijera que el apoyo de su omega en él no lo hizo seguir adelante.

Pero, un día, cuando T/n desapareció misteriosamente, Katsuki se preocupó. Se había saltado la clase con Aizawa Sensei, algo que no muchas personas hacían a menos que quisieran ser expulsados, pero para su compañera, se tenían que hacer algunos sacrificios.

Pudo captar su tenue aroma, y ​​su corazón martilleó en su pecho casi dolorosamente al sentir lo molesto que había estado T/n. Su alfa interior estaba gruñendo, empujándolo hacia adelante para encontrar a su pareja y preguntarle quién la había molestado para que Katsuki pudiera ir y arrancarles la cabeza.

Cuando la encontró, ella estaba acurrucada en un banco en medio de algunos árboles, aislada del resto de la escuela. Le temblaban los hombros. y apenas podía percibir el más leve sonido de sollozos roncos.

-¡T/n! -llamó presa del pánico, haciendo una pequeña pausa cuando la cabeza de su omega se volvió hacia él. Se quedó atónito en silencio ante las lágrimas que recorrían sus perfectas mejillas, notando el dolor y la ligera vergüenza en sus ojos inyectados en sangre.

Se obligó a moverse y se sentó junto a ella. Un canturreo animal escapó de su garganta cuando T/n envolvió sus brazos alrededor de él, gimiendo en su cuello.

-T/n, ¿qué diablos pasó? -ladró, los ojos se entrecerraron en una mirada fulminante. ¿Cómo se atreve alguien a hacer llorar a su pareja? No vivirán para ver la luz del día nunca más.

T/n, mientras tanto, estaba demasiado molesta para hablar. Sus sollozos se estaban disolviendo en hipo mientras su omega interior se calmaba con el reconfortante canturreo que hacía su alfa. Metió la nariz en el hueco del cuello de Katsuki, respirando profundamente su aroma.

-¿Quién te hizo llorar? Les mostraré lo que les pasa a los idiotas que hacen llorar a mi novia -Katsuki estaba furioso. Su olor se volvía más almizclado cada segundo, su rabia apocalíptica hacía que se volviera loco.

Sin embargo, bajó varias muescas cuando su compañera gritó un "¡no!", apretando su chaqueta mientras ella lo miraba desesperadamente.

-Ah, mierda... -maldijo, su agarre cada vez más fuerte alrededor de T/n, quien lo recibió más que de buena gana -No quise decir eso...

-Lo sé... -suspiró temblorosamente en su pecho, su mirada bebiendo en el rostro de Katsuki mientras su rostro estaba inclinado hacia arriba por su barbilla. Ella se inclinó hacia su toque mientras él se secaba las lágrimas que rodaban por sus mejillas, sus ojos se cerraron mientras su compañero empujaba su boca sobre la de ella.

Se alejaron después de unos segundos, y T/n no pudo evitar apartarse y agarrar su falda escolar con enojo cuando finalmente dejó que la razón de su tristeza se deslizara por sus labios.

-¡Te pusieron apodos! -ella lloró estridentemente -¡Dijeron que no eras lo suficientemente bueno para mí y que debería dejarte!

-¡Creen que abusas de mí y que solo soy tu pareja porque te tengo miedo! -la expresión de Katsuki cambió a una ilegible mientras la veía dejar escapar su ira -¡Son tan...!

-Bueno, eso no es cierto, ¿verdad? -preguntó, interrumpiendo su tangente. Ella lo miró atónita y él resopló secamente -Lo que dijeron esos idiotas no es cierto, ¿verdad? -T/n se cruzó de brazos, sus ojos clavados en los de Katsuki con una intensidad que hizo que su corazón saltará.

-¡Por supuesto que no! -ella chasqueó -¡Te amo porque eres tú! El Bakugo Katsuki que conozco y adoro me trata bien, y que solo me maldices porque eres... bueno, ¡tú!

-¡No quiero ningún otro alfa! ¡Te amo tal como eres, y estoy harta de que otros intenten alejarme de tí! -lágrimas de frustración brotaron de sus ojos, y Katsuki chasqueó la lengua, ignorando sus mejillas ardientes.

-Dios, ¿por qué diablos estás tan enojada? ¿Parece que me importan un carajo? Eres mi maldita compañera, y eso es todo. Los otros extras de mierda pueden pensar lo que quieran, no me importa una mierda -T/n le metió la cara en el cuello y le pasó la mano por el pelo.

Las palabras que acababa de pronunciar acerca de que no "me importaba un carajo" se iban a perder. El compañero de Bakugo Katsuki se puso a llorar por sus compañeros de clase, y estaría malditamente mintiendo si dijera que los dejaría salirse con la suya.