𝐀𝐧𝐢𝐦𝐚𝐥𝐬「ʙɴʜᴀ」

𝙼𝙸𝚁𝙸𝙾 𝚃𝙾𝙶𝙰𝚃𝙰 𝙾𝙼𝙴𝙶𝙰! 𝚇 𝙻𝙴𝙲𝚃𝙾𝚁𝙰 𝙰𝙻𝙿𝙷𝙰!

Créditos a: imaginebnhaomegaverse.

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• Ciertamente fue sorprendente que el líder de los Tres Grandes, Mirio Togata, fuera un omega.

• Era grande, era ruidoso, era fuerte y era un omega. La existencia del niño demostró que los estereotipos contra los omegas eran tremendamente incorrectos.

• Sin embargo, a pesar de su fuerza y ​​personalidad, seguía siendo un omega que se quejaba por el toque y el olor de un alfa. Togata nunca expresó la necesidad de un alfa ni actuó como un omega necesitado, por lo que fue una sorpresa cuando sucedió una mañana.

• Estaba en clase, preparándose para el día. Su maestro de aula aún no había llegado y él simplemente estaba recostado en su silla, relajado y charlando con sus compañeros de clase. No esperaba que esto sucediera, pero sucedió.

• Un minuto estaba riendo felizmente junto con Nejire, y al siguiente, estaba en el piso, el negro subía lentamente en su visión mientras sentía que su piel crepitaba y se hinchaba con erupciones que estaban calientes al tacto. Le daba vueltas la cabeza y sintió que el almuerzo de esa mañana le hacía cosquillas en la garganta.

• Sin que él lo supiera, Nejire ya había salido corriendo de la clase en busca Recovery girl. Quería estar allí para apoyar a su amigo, pero no podía arriesgarse a caer en celo.

• De vuelta con Togata, las cosas estaban empeorando. Su olor crecía como un reguero de pólvora y sus compañeros de clase estaban atónitos. Tamaki estaba tratando de calmar el calor de su amigo, pero su dinámica omega realmente no podía ser de mucha ayuda. Los roncos gemidos que salían de la garganta de su amigo solo hicieron que Tamaki se sintiera más angustiado, especialmente cuando sintió que algunos alfas en su clase estaban mirando a Togata con una mirada demasiado salvaje para ser buena.

• Togata estaba sufriendo. Su pecho estaba ardiendo y su cabeza se sentía como si se estuviera partiendo. Gimió y ni siquiera se dió cuenta de que sus gemidos y llantos se habían transformado en él lloriqueando por un alfa, cuando, de repente, el fuego que ardía en su piel se desvaneció. Podía sentir unos dedos fríos presionando su brazo y su visión se aclaró. Pudo ver a Tamaki alejarse con alivio en su rostro, y parecía estar hablando con alguien. Cuando Togata apartó la mirada de su amigo y siguió los dedos que agarraban su brazo, se alegró de ver quién lo estaba ayudando.

• -Omega -tu voz era baja y calmada, y tus ojos estaban enfocados únicamente en él. Tu aroma invadió sus fosas nasales, y Togata se relajó. Olías a tierra y calor, y era celestial. Sus manos temblorosas se habían apoderado de él, de su uniforme, y su nariz se apretó contra tu cuello.

• -Togata, te llevaría a la enfermería, pero eres como una cabeza más alta que yo, así que me temo que tienes que esperar un poco hasta que llegue Recovery Girl -tu voz era ligera y aireada, y no te importaba la forma en que Togata se apoyaba contra tí.

• Eras de tercer año pero de otra clase. Togata te conocía, pero no muy bien. Eras la chica que siempre le sonreía cada vez que se veían, y la chica que siempre lo miraba durante el entrenamiento con los ojos entrecerrados una mirada suave. Decir que a Togata no le gustabas era quedarse corto, y dado que estuviste allí con él durante su celo, solo hizo que su omega interior canturreara de alegría.

• Apenas podía escucharte gruñir a cualquier otro alfa que se acercará, y en cambio se estaba concentrando en tu olor.

• Entonces, cuando sintió unos brazos alejándolo de su alfa, si tú, se angustió. Podía sentir que te alejabas, y fue enviado a un pánico ciego cuando algunas enfermeras omegas y Recovery girl lo inmovilizaron en una camilla.

• -Alfa, alfa, T/n -tu alfa gruñía dentro de tu pecho, pero sabías que tenías que dejarlo ir. En un intento de último minuto, te quitaste la chaqueta y se la entregaste a tu Omega, quien la agarró con entusiasmo sin quejarse.

• Cuando Togata te conoció una semana después con la cara roja mientras sostenía tu chaqueta y una tímida oferta de si querías pasar el rato fuera del horario escolar, estabas más que encantada de aceptar.