𝐀𝐧𝐢𝐦𝐚𝐥𝐬「ʙɴʜᴀ」

𝚃𝙰𝙽𝙶𝙻𝙴𝙳 𝙷𝙰𝙸𝚁 𝙰𝙽𝙳 𝙻𝙰𝚃𝙴 𝙻𝙸𝙶𝙷𝚃𝚂 | 𝙰𝙸𝚉𝙰𝚆𝙰 𝚂𝙷𝙾𝚃𝙰|

Créditos a: plainbrunettelbl.

Situación: Entras con otra chaqueta de un Alpha y él está menos que satisfecho con tu explicación.

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• Shota había asumido el papel de Alfa en tu vida.

• Fuiste profesora en la UA. Trabajaste con la clase 2A. Algunas personas pensaban que ustedes dos no se veían tanto, pero todos los maestros tienen escritorios en la sala de maestros.

• Tu escritorio no estaba muy lejos del de Shota. Calificaban juntos los trabajos con calma y disfrutaba la compañía del otro. Hace algunas cosas que le dejan en claro a cualquier otra persona, excepto a tí, que quiere cortejarte.

• Te regañaba por no traer chaqueta cuando hacía frío. Daría su saco de dormir para que lo usaras durante todo el día y cuando llegará el momento de irte te obligaba a viajar con él para que no te congelaras caminando a casa.

• A nadie se le permitió tocar su saco de dormir, así que eso fue una gran pista para Present Mic y Midnight.

• Quién sabe, a lo mejor olvidaste traer tu chaqueta un par de veces a propósito.

• Cuando te olvidabas de traer un almuerzo o no tenías ganas de comer, él se aseguraba de que le dieras algunos bocados. Los alfas a veces eran territoriales con respecto a su comida, por lo que era grande.

• Él miraría fijamente a cualquier Alfa que viniera olfateando tu camino. Se burlaría de ellos cuando intentaran impresionarte con su peculiaridad, pero parecía que no podían usarlo.

• Nadie lo sabe, pero a veces te robaba la silla y se sentaba en ella para que su olor se te contagiará a lo largo del día. No notabas la diferencia y solo pensabas que su olor se te estaba pegando desde que te sentabas tan cerca de él.

• Eso no significa que no ronroneabas levemente ante su olor en tu camisa.

• Te daría sus cintas para el pelo si no tuvieras una. Le encantaba verte ponerte algo suyo. Él pedía tus scrunches y fingía que también se olvidó de traer un lazo para el cabello.

• No le importaba que sus alumnos miraran la goma rosa que sostenía su cabello. Una mirada en su dirección y bajaban sus ojos curiosos.

• Cuando conseguías un corte de papel sobre la enorme pila de papeleo en tu escritorio, él era el primero en ofrecerte una curita y toallitas desinfectantes. Asegurandose de colocar la tirita correctamente para que no corte la circulación.

• Todas estas cosas le dijeron a los demás profesores que eras suya y que ni siquiera pensaran en cortejarte.

• Así que cuando entraste a la sala de profesores con una chaqueta que apestaba a otro Alfa y tenías lo que parecían ser chupetones en el cuello, no estaba nada contento. Estaba enfurecido.

• Su rostro estaba aún más frío como la piedra y también su voz, no era de los que fruncían el ceño y gruñían. Al menos eso es lo que se dijo a sí mismo, quería gruñir como una tormenta a la ropa ofensiva envuelta alrededor de tu cuerpo.

• Cuando le disparaste tu sonrisa habitual y te sentaste en tu escritorio, él estaba listo para interrogarte.

• -Bonita chaqueta -comentó, su voz tan fría como una tormenta de nieve en invierno.

• -Gracias, me puse lo primero que vi esta mañana, anoche estuve despierto hasta tarde, así que dormí hasta la alarma. Casi no tuve tiempo suficiente para cepillarme el pelo, también estaba muy enredado -tarareas, levantando tu café para tomar un sorbo.

• -Ah, de verdad -respondió sombríamente, sin gustarle lo que implicaba la falta de sueño y el cabello enredado.

• -Sí, tuve la suerte de tomar una taza de café para salir, afortunadamente, él tuvo la amabilidad de preparar una taza de café antes de irse -revolviste algunos papeles en su escritorio buscando una hoja de lista para las clases de hoy.

• Los ojos de Shota ahora eran tan duros como diamantes -¿Él? -Shota hervía.

• -Si, mi primo había terminado. Te juro que cada vez que lo veo quiere pelear para ver quién es mejor, siempre hemos tenido un poco de rivalidad. Él es un poco como Tamaki y tiene un capricho de pulpo -comentaste, girando en tu silla para mirarlo.

• -Una vez que quedó claro quién era mejor peleando, estaba decidido a vencerme en MarioKart. No sabe cuándo aceptar la derrota -sacudiste la cabeza, sonriendo.

• El Alfa interior de Shota casi jadeó de alivio. No te apareaste con otro Alfa anoche, solo estabas bromeando con tu primo. Todavía no le sentaba bien que la posibilidad de que tuvieras otro Alfa fuera una opción.

• Nadie más que él debería tener la oportunidad de acurrucarse en tu sábana contigo. Tú eras de él y él era tuyo. Se aseguraría de que supieras sus verdaderas intenciones de una vez por todas.

• -T/n -dijo, rodando su silla más cerca de tí.

-¿Si? -lo miraste, un poco mareada por su proximidad.

• -No tengo un don para cortejar pero me gustaría cortejarte -declaro, con el rostro seria como siempre.

• Te sentaste sorprendida en tu asiento. Este hombre reservado te estaba pidiendo que lo cortejes. Solo habías soñado con cortejarlo, su forma severa pero afectuosa como mentor de sus estudiantes hizo que tu afecto por él creciera.

• En el momento en que lo viste supiste que sería un buen compañero. Tu Omega te había estado presionando para que le pidieras que oliera algo tuyo, pero no te atreviste a preguntarle.

• -¿Bien? -su voz era suave, sus ojos cansados ​​miraban a los tuyos con ligera preocupación. Le preocupaba que tu silencio significará que habías rechazado su oferta.

• Te reiste y buscaste alrededor de tu silla para sacar algo de tu bolso. Una funda de almohada burdeos doblada le llamó la atención -He estado tratando de reunir el valor para pedirte que huelas esto, me ganaste, Shota -sonreiste y se lo entregaste.

• Se apresuró a guardar la funda de la almohada en el bolsillo. Casi como si tuviera miedo de que lo retiraras en cualquier segundo.

• -Así que tienes sábanas color burdeos, no veo la hora de verlas en persona -ronroneó, acercando aún más su silla.

• Te ruborizaste.