Capítulo 5: Descubrimiento

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Raúl

Es jueves por la noche, y Adrián y él salen por la noche con otros amigos. Necesita desconectar de toda la pesadilla de los asesinatos de Marta y su padre.

Se lo pasa bien, y al terminar la fiesta, su amigo le pregunta:

- ¿Me puedo quedar a dormir en tu casa? 

- Si tu quieres, vale - le responde Raúl

Se pone nervioso, es la oportunidad perfecta para hacer realidad el deseo que lo lleva mucho tiempo excitando. Llegan al piso que Raúl comparte con Lucía y sus amigos. Esta noche no hay nadie en el piso.

-¿Donde prefieres dormir? - le pregunta Raúl - ¿En el sofá? ¿O en mi cama?

- Si puede ser en tu cama - añade Adrián

- Vale, entonces yo ya me quedo en el sofá - dice Raúl

- ¿Porqué?, ¡Si podemos dormir en tu cama juntos! - exclama Adrián

Se acuestan ambos en un extremo de la cama. Raúl no puede disimular una erección. Intenta dormir. En un determinado momento Adrián interviene.

- Se que estás excitado - dice Adrián - yo también lo estoy

Y sin mediar palabra, con un brazo lo abraza y con la mano del otro brazo comienza a masturbarlo. Raúl no puede evitar gemir de placer. Sentir el tacto de su amigo le ponía a cien. No tarda nada en correrse.

Luego Adrián acerca su cara hacia la de Raúl y lo besa. Este corresponde también con otro beso húmedo. No lo podía creer, con todas las tías con las que había estado nunca había experimentado tanto placer como el que estaba viviendo en una noche de pasión con un chico, mientras se besan apasionadamente el uno al otro.

Raúl se acuesta boca abajo mientras Adrián se pone encima del, y siente el miembro de este dentro de su culo. Inmediatamente se desencadena una sucesión de suaves y placenteras embestidas que lo hacen otra vez gemir de placer.

Las embestidas de Adrián cogen velocidad y no tardan mucho en correrse, sintiendo sudorosos el orgasmo más placentero de sus vidas.

Ángela

La joven llega al restaurante. Allí está Arturo esperándole. Está guapísimo. 

- Hola, ¿LLevas mucho rato esperando?

- No, que va - dice Arturo - me encanta como vienes hoy

-¿Ah si? - exclama Ángela - Pues me puse el primer modelito que vi en el armario

Los dos jóvenes cenan plácidamente. Al terminar la velada, Arturo la invita a Ángela a su casa. Ella acepta encantada.

Llegan a casa de Arturo. Es un modesto piso perfectamente decorado. Se sientan en el sofá del salón

-¿Quieres algo para beber? - le pregunta Arturo

- Sí, quiero beberte a ti - le susurra Ángela en un tono sugerente

Arturo se queda atónito

Ángela da un golpecito en el sofá invitando a Arturo que se acerca más a ella.

- Te voy a enseñar más cosas de mí que aún no sabes - le susurra Ángela mientras le mete la mano por debajo del pantalón y comienza a masturbarlo.

El joven no puede evitar soltar algún gemido de placer. Acto seguido Ángela le baja el pantalón y el bóxer y se agacha. Introduce el miembro de Arturo sobre su boca y sigue masturbándolo. Las mamadas de ella lo hacen retorcerse de placer. Acto seguido no puede evitar correrse.

Ángela se limpia el semen de su boca y dice:

- Vamos a la cama - le propone

Comienza a besarlo vorazmente mientras lo desnuda. Se excita mientras pasa sus manos por su six-pack . Le está dando el polvo de su vida.

Brais

Es viernes, y el joven está en Santo Tirso, en casa de sus padres, donde suele pasar los fines de semana. Tiene muchos trabajos para clase por hacer, así que saca su portátil, y se pone manos a la obra. Luego tiene que imprimir esos trabajos, por lo que desconecta el pen-drive del portátil y se dirige hacia el ordenador de su padre.

Se pregunta porque su padre nunca le dejó su ordenador, ya que muchas veces en las que su portátil se estropeó y a pesar de que tenía que hacer trabajos importantes para clase, su padre siempre se negaba en rotundo. Esta vez lo usó, ya que su padre estaba fuera de casa en ese momento.

Enciende el ordenador de su padre, introduce el pen, y enciende la impresora. Tiene muchas páginas para imprimir. En ese momento, sin querer, hace click con el ratón en una carpeta que su padre tiene como acceso directo en el escritorio. Brais queda aterrado al ver el contenido de los archivos de esa carpeta. Ahora ya sabe porque su padre nunca le deja el ordenador. Aún asustado por lo que vio, se dispone apresuradamente a imprimir los trabajos y dejar el ordenador de su padre cuanto antes.

Ángela

Se despierta. A su lado se encuentra Arturo con una bandeja sobre la que está puesta el desayuno, el cual consiste un vaso de leche, otro de zumo y unas pastas.

- ¡ Pero que romántico eres! - exclama Ángela - Eres el primer tío que tiene un detalle así conmigo

- Pues tú eres la primera chica a la que hago esto - dice

- Eso es porque yo tengo algo especial que las otras no tienen - exclama Ángela

- En realidad es porque eres la primera chica que se ha fijado en mi
- dice Arturo

- ¡En serio! ¡Un chico tan guapo como tú no se ha acostado con más chicas! - exclama Ángela

- Pues ya ves - dice Arturo

- Pues eso se acabó, aquí estoy yo, porque hasta es un pecado que un chico tan guapo como tú esté aún sin novia - añade Ángela

Raúl

Aún no puede quitarse de su cabeza la noche loca que pasó con Adrián. Nunca había experimentado un placer tan intenso como el que había vivido anoche

- Bueno, me tengo que marchar - dice Adrián - Me lo pasé bien anoche

- Yo también - dice Raúl

Adrián se despide de él dándole un beso. Una vez se queda sólo se sienta en el sofá y sigue recordando todo lo vivido con su amigo anoche. Vuelve a estar excitado. Abre la bragueta del pantalón y empieza a masturbarse.

Leticia

La sargento Rivas dirige su coche por la carretera de Muriás, y lo aparca en el lugar en donde el sargento Barreiros murió asesinado.

Pasea su mirada por la zona. No sabe muy bien lo que está haciendo. Está segura de que puede encontrar alguna pista más acerca del crimen. No ve nada que le llame la atención.

Se dispone a volver al coche para marcharse cuando ve algo brillar en la hierba de la cuneta. Se acerca y coge el objeto con la mano, y acto seguido con detenimiento. Se trata de una medalla en forma de trébol, probablemente fuese de un colgante que alguien llevaba.

Pasea la mirada por el suelo con objetivo de encontrar el posible colgante al que pertenecía la medalla encontrada, pero sin resultado.

Nunca vio al sargento Barreiros que llevase ningún colgante. Probablemente la medalla pertenecería a algún colgante que el asesino pudiera llevar, y que le pudo romper en el momento en que asesinó a Barreiros.

Se la guarda en uno de sus bolsillos, se mete en el coche, y se marcha.

¿QUIEN MATÓ A MARTA DELGADO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora