𝑰𝑵𝑬𝑭𝑨𝑩𝑳𝑬 [𝑺𝒕𝒓𝒂𝒚 𝒌𝒊𝒅𝒔]

ғᴀʟsᴀ

Estaba revisando mi bolso como loca. Tiro todo lo que tengo en el suelo, pero aún así no encuentro nada.

—Yol, ¿qué voy a hacer? —me tomo de la cabeza.

Ella suspira bajito y me da golpecitos en la espalda ¿La estaré molestando?

—¿Dónde lo viste por última vez?

—Pues —busco en lo recóndito de mi mente—, lo tenía cuando venía y-

—¿Qué?

Miro a un punto fijo al darme cuenta.

—Lo dejé en el auto.

Las lagrimas de frustración no tardaron en salir.

—Estupida, estupida —me golpeo la cabeza una y otra vez—. Dime, ¿ya se fue el profesor?

Ella niega lentamente.

—Wonho me dijo que está en el salón de profesores desayunando.

—Okey, tengo tiempo.

Busco mi celular y le marco a Felix.

—¿Qué harás? —me pregunta tomando de su americano.

—Probar suerte —en el tercer pitido el contesta.

—¿Hola?

—Felix, ¿ya se fueron?

—Estamos en eso, a Changbin se le antojó donas y tuvimos que ir a comprarlas.

—Por favor, dile a Bin que de vuelta y regrese.

—Eh... ¿Eh?

—Dejé el trabajo más importante de mi vida en el auto, por favor dile que regrese.

—¡Bin, regresa! Sunsung se olvidó su trabajo —se queda un momento en silencio—. Okey, ya estamos volviendo. En unos minutos estaremos ahí, no estamos tan lejos.

—Mil gracias, les debo una. Cuando estén aquí llámame.

—Si, señora.

Le cuelgo y comienzo a correr. Necesito llegar con el profesor y que me de una oportunidad para presentarlo.

Esta mañana me quedé dormida. Estaba muy cansada, no había dormido en dos días para terminar ese trabajo y por supuesto que no fue culpa mía, el profesor lo dio tarde y no me quedó más remedio que hacerlo por más de que no quiera. Nos dijo que teníamos plazo hasta hoy, pero que en realidad se debía entregar ayer. Es algo comprensible, hoy es domingo y vino solo para que le diéramos el trabajo, pero también podríamos habérselo mandado por mail ¿por qué no pensamos en eso?

Llegué a la sala de profesores y toqué la puerta antes de entrar. Solo habían tres y cada uno haciendo cosas distintas.

—Disculpe, profesor, ¿puedo hablar con usted?

Él se levanta y me acompaña hasta afuera.

—Le pido una disculpa por no darle el trabajo —parece totalmente desinteresado a lo que le digo—. Lo olvidé en el auto de la compañía de mi novio.

¡¿Qué diablos dije?!

Me maldigo mentalmente por soltar la lengua.

—Oh, ¿tienes un novio famoso?

Ahora si se interesa viejo chismoso.

—No, es electricista —corrijo al instante. Si los chicos hubieran escuchado eso se burlarian de mi por días.

—Ah —vuelve a parecer desinteresado—. De todos modos ya no puedo recibir el trabajo. Era hasta las 11 y ya son las 13 señorita.

—Si, lo se, pero ¿no podría hacer una excepción?