ʟᴀ ᴄɪᴛᴀ

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—Good morning.

—¡Carajo!

Me le quedó viendo.

—Me asustaste.

Bufo y sigo con lo mío.

—¿Por qué estás despierta? Son las 7.

—La costumbre de la universidad. Ya que estaba despierta pensé en hacerte el desayuno antes de que fueras a la escuela.

—¡Oh! Eres muy considerada, muchas gracias—me abraza por detrás y despeina mi cabello.

—¿Qué tienen contra mi cabello?—vuelvo a acomodarlo.

—Está feo—lo miro indignada y él se ríe mientras se sienta en la mesa.

—Como usted diga, oppa.

Puse los panqueques en un plato y serví el café. Llevé todo con cuidado a la mesa y lo puse delante de Innie.

—Esto es lo que desayunaba en Australia.

—Parece delicioso.

—Lo es. El panqueque tiene nutella.

—Oh...—bebe primero del café—tiene espuma.

—Es muy fácil hacerla a mano, solo hay que batir bien.

El asiente levemente y comienza a comer.

—Está muy delicioso, de verdad gracias—habla con la boca llena.

La ternura que me da es suficiente pago para mí.

—Recuerda, si te da diarrea no es mi culpa, tu lo comiste con consentimiento—el se detiene a pensar.

—Me—se encoje de hombros y sigue comiendo.

—¡¿QUÉ HACEN EN MI COCINA?!

—¡aAAHH!

—¡PUTO!

La tasa de Innie vuela e impacta contra el suelo causando un gran escándalo.

—Ay, mi café...—Innie mira decepcionado el café que quedó desparramado por todo el piso.

—Buen dia, gente, ¿todo bien? Lm.

—¿Por qué diablos hiciste eso?

—¿Hacer qué? Lm.

—Entrar como desquiciado y gritando.

—Normal, tenia ganas. Lm.

—Me hiciste tirar el café. Yj.

La expresión de decepción de In era tal que nos dio pena, pero a la vez gracia. Cuestión, terminamos riendonos de él.

Por si no quedó claro, Minho entró a la cocina gritando y al pobre de Innie le dio tal susto que hizo volar su taza. Fin.

—¿Que haces despierto?—le pregunto yendo a buscar más café mientras el limpia su desastre.

—El olor a comida me levantó. Lm.

—¿De verdad? Yj.

—No, es solo que me cansé de dormir y decidí levantarme. Lm.

Sirvo más café para los dos y lo dejo en la mesa.

Dos minutos pasaron y se escuchó la estampida.

—¿Qué pasó?—un Changbin todo despeinado y somnoliento apareció en la cocina. Seguido de él, todos, menos Hyunjin y Han, llegaron.

—Minho hizo asustar a Innie.

Los cuatro avanzan y toman asiento. Estaban medio perdidos por recién despertarse y no comprendían nada.

𝑰𝑵𝑬𝑭𝑨𝑩𝑳𝑬 [𝑺𝒕𝒓𝒂𝒚 𝒌𝒊𝒅𝒔] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora