𝑰𝑵𝑬𝑭𝑨𝑩𝑳𝑬 [𝑺𝒕𝒓𝒂𝒚 𝒌𝒊𝒅𝒔]

¡𝘚𝘰𝘱𝘳𝘦𝘴𝘢!

—¿Y cómo estás? —me pregunta Genesis.

—Pues bien —digo no muy convencida.

—Yo sabía que algo mal había con ella, pero era tan amable que no lo quise ver.

—La obsesión de las personas las pueden llevar a cometer locuras —dice Wonho.

—Lo bueno es que el mánager y un abogado de los chicos me explicó bien las cosas y al parecer no es la primera vez que sucede.

—¿Harán algo con ella? —pregunta Landon.

—La pusieron en la lista negra de la empresa.

—¿En la lista negra? —pregunta sorprendida.

—Y te vas a caer de culo —me rio—. Resulta de que ella ya tuvo varias advertencias con artistas de, particularmente, esa empresa. Ponerla en la lista negra es como el último recurso para no demandarla.

—¿Y por qué no solo la demandan? —pregunta Wonho.

—Realmente no se. Tal vez no tienen pruebas o tiene mucho dinero —me encojo de hombros—. Pero ellos me tomaron fotos de los golpes que me dio y me pudieron la foto que nos tomamos esa noche. Con eso es más que suficiente para demandarla. 

—Pues espero que no se nos acerque, en especial a ti y a Génesis.

—No creo que lo haga, Landon, algo de dignidad le debe de quedar.

Nos quedamos charlando un poco más. Ocupamos una de las mesas que están en el patio de la universidad para así poder hablar tranquilos. Se preocuparon mucho por mi y lo aprecié de verdad

No vi a Yol en todo el día y lo agradecí, realmente no quiero verla. 

Todavia me siento un poco daña de que se acercara a mi solo para acercarse a ellos. Y me imagino que así será de ahora en adelante. Tendré más cuidado con la gente en quien confío.

Volví al departamento después de una hora. Eran las 14 así que no esperé ver a los chicos todavía. Me quedé arreglando un par de cosas y fui a la cafetería a trabajar.

Lo cierto es que estuve haciendo algo a escondida de los chicos, pero lo sabrán en un momento.

Bang Chan 

—Alice, solo deja los rodeos y dinos —digo por milésima vez.

Desde que llegamos de la oficina está nerviosa y anda de aquí para allá intentando decirnos algo, pero al final queda en la nada.

—No seas impaciente —rueda los ojos—. Ya sientense.

Los ocho hacemos caso y nos sentamos en el sofá. Ella se queda en medio de la sala mirandonos fijamente.

—Todo este tiempo que me quedé con ustedes fue maravilloso, viví lo mejor de mi vida en solo unos meses.

—¿Por qué suena a despedida? —la interrumpe Hyunjin.

—Estoy más que agradecida con ustedes —lo ignora y sigue–, por todo lo que me brindaron y todo lo que hicieron y hacen por mí. Ustedes saben que estuve buscando departamento todo este tiempo.

Todos lo entendimos en ese momento.

Ella tiene una gran ilusión en el rostro. Su sonrisa es enorme y hermosa. Con toda la emoción del mundo nos dice:

—Por fin lo conseguí.

No oculte mi tristeza, no había caso, no sabia cómo. Estaba triste, tan triste que realmente ya no quiero escucharla y preferiría no haberlo escuchado.