𝑰𝑵𝑬𝑭𝑨𝑩𝑳𝑬 [𝑺𝒕𝒓𝒂𝒚 𝒌𝒊𝒅𝒔]

ᴍɪs ʜᴇ́ʀᴏᴇs

Recibo el papel que Min-Suk me entrega. Está escrito en coreano y no se si podría leer todo como es.

 
Le mando una mirada a Chris y él la capta al instante.
 
—¿No hay una posibilidad de que obtenga el papel en inglés?—pregunta siempre precavido.
 
—En la otra página está traducido—paso a la otra página y es cierto—. De hecho no es tan complicado, solo detalla a lo que accede al firmarlo.
 
—Me gustaría tomarme el tiempo de leerlo si no les molesta—dijo dejando los papeles en la mesa.
 
—Claro, está en todo su derecho. Los dejaremos solos así pueden hablar con comodidad. 
 
Los tres se levantan de sus asientos y cargan consigo sus cosas. Bin me guiña el ojo antes de desaparecer y le devuelvo una sonrisa.
 
Miro a Chris y me avergüenzo un poco por haberlo pedido. 
 
—Es que.
 
—Shh—me interrumpe en mi intento desesperado de darle una explicación—, no te preocupes—se estira y acaricia mi rostro.
 
Le sonrío y él a mi. Ojalá todos tengan a un Chris en sus vidas. 
 
Si algo he aprendido en esta vida es a leer siempre la letra pequeña de los contratos. Oh, claro que lo aprendí bien.
 
—Debo orinar—mato la pasión al instante y él se ríe.
 
—Te llevo, también debo ir—Felix se levanta de su asiento y va caminando hacia la salida.
 
Me levanto dejando todo con ellos. Me cuelgo de la espalda de Felix al salir y él solo se ríe mientras camina arrastrándome con él. 
 
—¿Es muy lejos?
 
—Nop. Fx.
 
—Me voy a orinar.
 
—Pues orinate. Fx.
 
—No, como crees.
 
—Mira, es aquí. Fx.
 
Los carteles super modernos de varón y mujer sobresalen de los pasillos para hacerse notar. Los dos estaban enfrentados así que nos dimos la espalda y cada uno entró al que le correspondía.
 
Me apresure a entrar a un cubículo y poder orinar de una vez por todas. 
 
Felix 
 
¿Por qué se tarda tanto?
 
Está hace como una hora en el baño... 
 
¿Y si se durmió?
 
Na, se que está muy cansada por la universidad, pero no creo que se duerma en el baño.
 
—Alice, apurate—grito no tan alto.
 
Me cruzo de brazos y me apoyo en la pared a seguir esperando. 
 
Si me aburro me duermo. Hemos trabajado muy duro con los chicos y volví a desvelarme por las noches. No puedo evitarlo, es que estoy tan ansioso que a veces el sueño no viene. 
 
Alice es un buen consuelo. No sé si será porque estudia psicología o solo es esa vibra de confianza que emana, pero con solo mirarla sientes la necesidad de querer hablar con ella y compartirle todo lo que te preocupa.
 
Hablando de preocupaciones, Han Jisung a rondado mucho mi cabeza últimamente. Se lo ve tenso, está muy concentrado en el trabajo, pero está raro. Siento que está muy preocupado o no se sinceramente que pasará por su cabeza, solo sé que no está del todo bien.
 
No se si debería mencionarlo a alguien. Alice se preocuparía demasiado, tiene ese instinto materno con nosotros que a veces es sofocante, pero nos encanta. Me temo que si se lo dijese, ella se lo tomaría muy en serio y hasta se pondría mal.
 
Tal vez hablar con sus padres o Chan. Los padres le ganan a cualquier cosa, tal vez ellos sepan qué hacer. Aunque Chan siempre ha sido nuestro soporte desde que somos una familia. Creo que ellos serían ideales para esta ocasión.
 
—¿Por qué eres tan impaciente?
 
La cabellera larga de Alice por fin aparece en mi campo de visión.
 
—¿Por qué tardas tanto?
 
—Porque tengo mi período—rueda los ojos y comienza a andar.
 
—¿El periodo es la... menstruación?—pregunto con un poco de duda.
 
—Sip. 
 
—Ah...
 
—...
 
—¿Qué?—dice bufando.
 
—¿No es que a las mujeres no les gusta hablar de eso?
 
—¿Quién dice?—se gira y se para frente a mí.
 
—Eh...—me pongo nervioso con su mirada. Parece como si quisiera regañarme—no sé, en las películas las mujeres no hablan de eso con hombres.
 
—Oye, la menstruación es algo normal ¿verdad?—asiento con desconfianza—. Todos deberían de naturalizarlo, no es algo que se pueda evitar.
 
—Vale…
 
Ella me sonríe y sigue su camino esta vez un poco más lento.
 
—¿Y es cierto eso de que cambian de humor…?
 
—¿Quieres una demostración?—su cara no me da mucha confianza que digamos.
 
—Eh… tal vez luego.
 
—Felix…—suspira—, no creas todo lo que ves en la televisión, la menstruación es distinta para todas… pero digamos que a veces si te pone de mal humor.
 
No me apetecía hablar más del tema así que solo despeiné su cabello y la abracé por los hombros y así caminar juntos.
 
—¿No te dirán nada? Ya sabes… porque me abraces.
 
—¿Por qué? ¿tienes miedo?