Mi Corazón Es Tuyo (Sesshome)

~• CAPÍTULO #10 •~

—• Narra Aome •—

Por fin, en mí casa.

Ahora mismo me encuentro en mi habitación, todavía no se me había olvidado el encuentro con Sesshomaru.

Es un joven muy atractivo no soy ciega, pero no, no es momento de pensar así, lo más seguro debe de tener una novia y yo no estoy buscando ahora a alguien en mi vida.

Y así quiero seguir hasta que este lista, primero cerrare heridas y también mis estudios tienen que estar antes que todo.

Estaba tan metida en mis pensamientos que pegue un salto del susto por la voz de mi madre.

— Hija ¿estas despierta? — me preguntaba mi madre con medio cuerpo cubierto con la puerta.

— Si madre, estoy despierta ¿sucede algo?.

— Si, hay algo que quiero preguntarte.

— dime ¿que sucede?.

— ¿Qué fue lo que paso con tu ex novio para que salieras corriendo de su casa y un joven te ayudara a escapar? — no me esperaba esa pregunta, no me había dado cuenta que se me escapo algo.

— nada importante, yoo... Aaah — suspire — no se si sea algo que sea importante ¿no lo crees?.

— todo lo que tenga que ver con mis dos hijos es importante, tu eres la mayor y mi única hija, ¿dime que fue lo que paso ese día?.

Ella tenía razón, soy su única hija mujer y es normal que se preocupe por mi ¿no?.

Se lo empecé a contar todo, no hubo detalle que se me escapara, desde el momento de llegue a esa casa hasta que baje de la camioneta de Sesshomaru.

Mi mamá solo escuchó todo lo que yo le decía, se podía ver que le dolía saber que su hija sólo fue un objeto para obtener dinero de ese cretino que tenia por novio.

— ¿Cómo te sientes ahora mi niña?.

— antes te lo hubiera contado llorando, lo he supero estos últimos días — y era verdad, ya no me duele saber lo que me hizo Alexis.

— ¿estas segura? — me insistía.

— si madre — con una sonrisa le respondía, porque era verdad ya no me dolía tanto esa traición — creo que bajaré a buscar algo para comer.

Pero antes que me levantara por completo mi madre hablo.

— Se me había olvidado hija, tu prima Kikyo vendrá mañana a pasar sus vacaciones aquí con nosotros.

— ¡¿De verdad?!, ya tenía tiempo de no venir a visitarnos.