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Sasuke blanqueó los ojos, eran tres contra uno y aquello se estaba tornando terriblemente fastidioso. Bajó la mirada y sé concentró en el plato de fideos que su madre recién había colocado frente a él antes de que comenzará aquella discusión.

—Sakura es tu compañera de equipo y tu amiga -le recriminó su madre una vez que el pelinegro pareció no darle importancia— Ni siquiera yo recordaba que te encantan esas galletas y ella tuvo la decencia de traerte una caja cuando no siquiera era su deber.

—Ese es el problema con Sakura, ¡Siempre hace las cosas que no le corresponden! -se alteró el Uchiha menor mientras golpeaba con ambas manos la mesa— Ni siquiera le pedí esas estúpidas galletas.

—Tampoco Naruto le pidió aquel ramen y sin embargo él si le trajo algo del viaje -puntualizó el patriarca del clan a la vez que miraba con intensidad a su hijo— Minato quiere emparejar a ese chico con la hija mayor del clan Hyuga, pero eso no impide que sea cortes con sus compañeras.

—No le traje nada no por Ino y el arreglo que hicieron con su padre, no le traje nada porque Sakura es molesta, nunca puede hacer nada por ella misma y siempre está sobre mí -la voz de Sasuke fue tajante y sus palabras molestaron a sobremanera a Itachi.

—¿Pero de qué estás hablando? -esta vez la voz del hermano mayor fue la que resonó por toda la habitación— Sakura nos hizo caminar hasta la tierra del té porque es el único lugar en donde venden tus galletas, ella ni siquiera se interesó en el cansancio que tenía por haber curado a los civiles heridos, se acordó de Naruto y de ti, y tú no fuiste ni siquiera para traerte un simple obsequio.

—Haz estado en dos misiones con ella y crees que ya la conoces... ¡Tú no la tuviste de compañera desde los trece años! ¿Qué podrías saber de sus habilidades? Si lo único que hace en sus misiones es servirles de enfe...

Una bofetada hizo callar al menor de los Uchihas, sus ojos viajaron por los rostros de los presentes hasta toparse con el de su padre, el cual, con una expresión furiosa se encargaba de observar a su hijo, tratando de contenerse contra él y la manera de hablar sobre su compañera de equipo.

—¿Es así como le pagas a Sakura todo lo que ha hecho por ti? -preguntó en un tono que hizo hasta al mismo Itachi temblar, todos excepto Sasuke bajaron la mirada ante las duras palabras del patriarca Uchiha— Si no fuera por esa chica tú y Naruto habrían muerto hace mucho... No te queda más que ser agradecido con ella.

Fueron sus últimas palabras antes de abandonar la habitación, la madre y sus dos hijos se quedaron en silencio mientras las palabras del hombre terminaban por disolverse en el ambiente.

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