14.

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Escondido tras las paredes blancas se encontraba Uchiha Sasuke, preso por lo celos había decidido seguir a su hermano después de cada misión para saber a dónde se dirigiría, todas las veces lo hizo hacia donde Sakura se encontraba.
Vació sus pulmones y dió media vuelta para cuándo dejó de escuchar la voz su hermano en aquel espacio, retrocedió unos pasos e iba a echar a correr cuando entonces un bulto le dificultó el trayecto.

—¿Tienes prisa? -la voz de su sensei lo alarmó, ¿desde hace cuánto se encontraba ahí? — Es de mala educación espiar, incluso para un ninja.

La observación hizo a Sasuke sonreír de lado mientras retomaba su postura engreída del siempre.

—Kakashi-sensei... ¿puedes quitarte del camino o es que quieres un poco de diversión antes de tu misión? -una ceja se elevó por lo alto y Kakashi tuvo que apretar los puños en señal de frustración, aquel muchacho no tenía ningún tipo de respeto por sus superiores, ni siquiera por su hermano.

—¿Te parece divertido ser arrogante o es que te va más el ser un maldito entrometido? -el ninja peliplateado se acercó amenazadoramente haciendo a Sasuke retroceder unos pasos —Sigues siento un niño, y lo estás demostrando de la manera más humillante.

—¿Te parece humillante venir al hospital a visitar al hijo de Azuma-sensei? -Kakashi no se esperaba ese contraataque, pero aún así no dejó que las palabras de aquel mentiroso lo dejaran mal parado, en cambio, se enderezó cual alto era y miró directamente a los ojos.

—Temo que te has equivocado entonces de piso... las salas de maternidad están en el cuarto nivel, aquí vienen los ninjas heridos en misiones -la mirada de Sasuke se cargó de ira y antes que pudiera decir algo más un fuerte portazo los interrumpió.

—Kakashi-sensei, Sasuke-kun ¿los puedo ayudar en algo? -Sakura estaba frente a ellos mirándolos con extrañes en su semblante, el Uchiha menor no pudo contener su furia al ver los labios de Sakura ligeramente hinchados, pero se forzó a sí mismo para disimular las incontrolables ganas de gritar.

—Sakura-chan -un escalofrío recorrió la espina dorsal de la médico ninja, era la primera vez que Sasuke usaba honoríficos con ella y no supo cómo sentirse al respecto —Seguramente que podrás ayudarme, mi madre le ha enviado un regalo a Kurenai-sensei -dijo el pelinegro mientras elevaba por lo alto una canasta de membre.

Kakashi entrecerró su ojo, el semblante de Sasuke indicaba que aquello tenía una doble intención pero a comparación del Uchiha, él sí tenía una razón válida para estar ahí.

—Cuando termines de guiar a Sasuke tal vez puedas buscarme -habló rápidamente antes de que su alumno se robara a la joven kunoichi —Tenemos programada una misión al país del arroz, será necesario llevar un médico ninja.

—¿Quién lidera la misión, Kakashi-sensei? -la voz de Sakura sacudió los pensamientos de Sasuke, que ahora se encontraba en medio de aquella conversación sin tener relevancia alguna.

—Neji-san e Itachi-san.

Y el arco de la canasta cedió ante el agarre de Sasuke.

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