Capítulo 8: Gorila (Primera parte)

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Emma entró a la casa de su madre, ya era algo tarde y tenía la esperanza de no encontrarse con nadie, pero toda esperanza murió cuando al entrar a la cocina se topó de frente con su madre. 

—¿Quieres? —cuestionó Lucía, señalando una taza y bolsitas de té. Emma negó con la cabeza y se dio vuelta para marcharse, aun cuando se moría de hambre. —Espera — pidió, la chica se detuvo pero no volteó a ver a su madre. —Estoy muy orgullosa de ti, fuiste a la única participante que recibió el voto de los cinco miembros. —Su voz demostraba la felicidad que sentía. 

—¿Cuando me empezarán a pagar? —se limitó a preguntar. Las palabras de su madre le agradaron, pero no se iba a dar el lujo de admitirlo. 

—¿Te hace falta algo? —cuestionó con cautela, Lucía ya se había percatado de la escasa ropa que tenía su hija, tampoco tenía un celular y ella sólo le dio el dinero justo para viajar de Barcelona a Seúl. Se sintió la peor madre del mundo. Y por primera vez en años, se preguntó sí su hija la había pasado bien lejos de ella.

—No, pero no quiero seguir viviendo en tu casa. Me enferma estar aquí, a lado tuyo y de Mía. 

Toda la preocupación y amor maternal que Lucia sintió, se esfumó de inmediato con las palabras de Emma. —Te pagarán bastante bien, SS501 es uno de los grupos más solicitados en Corea y la gira que se avecina será bastante bien pagada, además que ser bailarina de ellos te abrirá muchas puertas, pero no olvides todo el dinero que el inútil de Rocco me debe, y que tú debes de pagar. 

—¿Todo es dinero para ti? —Emma encaró a su un madre. 

Lucia quería gritar que no, que todo lo había hecho para tener a su hija de nuevo a su lado, pero el orgullo era más fuente. Sonrió. —¿Tú que crees? —pronunció con saña y salió de la cocina, decepcionando con sus palabras a su hija, nuevamente. 

—Lo siento mucho. —decía Young Saeng avergonzado, aunque sabía que Ha Na nunca le reprocharía no haberla elegido en la audición y por lo tanto, fuera en parte culpable por no haber sido elegida como bailarina, no dudaba que su novia pensara eso.

—No lo lamentes, hubo mejores bailarinas. —dijo sin ánimo. —Como la chica extranjera, debe ser muy fan de ustedes, para saber a la perfección sus coreografías. —Sonrió de lado. —Yo aún no domino 4chance.

Ambos permanecieron en silencio por un buen rato, ninguno sabía qué decir o hacer. 

Ha Na suspiró. —Es tarde, deberías ir casa. —le dijo a su novio y se alejó de él. No hubo besos, ni caricias, ni mucho menos el dulce "Te amo" que cada noche pronunciaba para su amor. Se sentía molesta consigo misma por haber fallado, pero también culpaba a su novio por no elegirla y no demostrarle el apoyo necesario. 

Al día siguiente

—¿Por qué estás tan nervioso? —preguntó Lucia a Eun Jung, revisaban los contratos de las bailarinas. 

—Está mañana llegó un mensaje anónimo al departamento donde viven los chicos. —Lucia dejó los contratos sobre la mesa y puso atención a las palabras de su interlocutor. —Era una amenaza contra Kyu Jong. Le pedían abandonar el grupo o atenerse a las consecuencias. 

—¿Qué ha dicho la agencia? 

—Leyeron la amenaza y sólo comentaron que eran tonterías de niñitas obsesionadas con el grupo, pero Hyun Joong no está tan seguro. Pues ya hubo dos amenazas antes, una hacia Young Saeng y la otra de nuevo, hacia Kyu Jong.

—¿Cómo?

—Sí, Hyun Joong las descubrió antes que los demás miembros y para evitar pánico no les dijo nada, pero ya está cansado de esa situación y quería convocar a una rueda de prensa; lamentablemente, la agencia se ha negado, porque, según ellos, será mala publicidad para los chicos. 

Labios RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora