Capítulo 2: Adiós

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Después de tres días de angustia, Emma pudo ver a Rocco, estaba postrado en una cama, no tenía tan mal aspecto después de casi morir. Sonrió cuando vio entrar a su linda Cherry en la habitación. 

—¿Cómo te sientes? —Preguntó, estaba muy enojada con él, pero verlo sonreír esfumó todo enojo. 

—Bien, sobreviviré. 

—Tengo algo que decirte. —Ella no se quiso acercar, esa noche tomaría un vuelo rumbo a Seúl y no quería despedirse, pero todo era por el bien de ambos. 

—¿Te hicieron algo? ¿Se atrevieron a tocarte? —Como pudo se levantó de la cama, arrancó la aguja que conectaba a la pequeña bolsa con suero y se acercó a ella. —¿Qué pasa? —Ella no respondía, en ese momento debía despedirse de él. —¡Dime! —La poca paciencia que Rocco poseía desapareció. 

—Debes mucho dinero y le pedí ayuda a mi madre para…

—Claudicaste ante ella, ¿estás loca? —La última vez que Rocco vio a la madre de Cherry fue cuando la señora lo buscó para ofrecerle dinero y que se alejara de Emma. Él, por supuesto, rechazó la oferta. 

—Claro que no. —Se alteró un poco y se alejó de él. —Pero no voy a permitir que te maten. —Emma encontró las múltiples amenazas que Rocco recibió, temía por seguridad de ambos. 

—No me va a pasar nada, pronto me van a dar de alta y podemos huir juntos. —Ella dudó un poco, el silencio y un duelo de miradas reinaban la habitación. Rocco fue el primero en hablar. —Cherry, no quiero que te vayas lejos y te olvides de mí. 

—Tonto. — Le dio un golpe en el brazo. —Eso nunca va a pasar. —Lo abrazó. —Te amo.

A pesar de que Cherry le aseguraba amarlo y siempre se lo demostraba, Rocco tenía miedo de perder lo único bueno que la vida le concedió. Emma era una chica linda, que podía conquistar a cualquier hombre. Tenía un ligero presentimiento de que quizás nunca volvería a ver la mirada de amor que Cherry le daba, así que la vio directamente a los ojos, memorizando como era sentirse amado por alguien. 

—¿Qué hiciste para que Emma accediera a venir a Seúl? —Cuestionaba Eun Jung, era el manager de SS501 y gran amigo de Lucía. 

— Yo no hice nada, su estúpido noviecito la arrojó a mi merced. —Respondió Lucía. Para su mala suerte, Eun Jung se enteró antes de la llegada de Emma. 

—Mía ya sabe que su "hermanita " viene hacia acá. 

—No, aún no quiero crear enemistad entre ellas. 

—Dirás, que aún no quieres que Mía sepa para evitar que se ponga furiosa y planeé algo en contra de su hermana menor. 

—Así es, a Emma siempre le ha dado igual su talento y habilidad para el baile, pero Mía es por lo que vive y no tolera que su "pequeña hermana adoptada" sea mejor que ella. 

—¿Por qué no le has dicho la verdad a Mía? 

—No hay ninguna verdad que revelar. 

—Como nunca has logrado que Emma haga todo lo que le ordenas, no la ves como tu hija. Pero como Mía siempre ha sido una muchacha obediente, es digna de ser tu hija. 

—Sí ya sabes las cosas, ¿por qué me las preguntas? —Cuestionó molesta. 

—Por el simple hecho que no creo que sea correcto odiar a tu hija. 

—¿Odiar? ¿Tú creed qué puedo odiar a alguien que tiene los ojos de la persona que más he amado en la vida? 

—Pensé que Emma significaba el final de tu prometedora carrera. 

Lucía se quedó meditando las palabras de su amigo, ¿el final de su prometedora carrera? Emma significaba su vida. Con tan sólo 22 años de edad Lucía quedó embarazada, truncando su sueño, pero no le importó. Ella estaba muy enamorada de Esteban, el mejor amigo de Eun Jung y ella. Cuando él supo que sería padre, no dudo en pedirle matrimonio, pero un terrible accidente automovilístico le quitó la vida; logrando que todo se derrumbara, hasta que llegó el padre de Mía, quien le ofreció casarse con ella y darle su apellido a Emma. Lucía aceptó la propuesta, al final ella quedó como la madre de Mía, como ésta era muy pequeña cuando todo eso pasó, nunca se enteró de la verdad. 

—Me tienes que llevar a Corea del Sur contigo. —Pedía Sandra a su mejor amiga, Cherry. —Quiero secuestrar a Kim Hyun Joong oppa, es tan lindo. —Abrazaba un cojín con fuerza e imaginaba que era el líder de SS501.

—No tengo ni la más remota idea de que me hablas. —Cherry terminaba de empacar las pocas pertenencias que tenía. Sandy se ofreció a ayudarla, pero al final sólo estaba colmando su paciencia hablando de sexys oppas, de SS501 y otras cosas que ella no lograba entender. 

— Tú mamá es una conocida coreógrafa en el mundo del kpop y tú no conoces a Kim Hyun Joong. ¿En qué mundo vives? —Reclamó molesta. 

— Realidad, querida. Lugar que deberías visitar más seguido, en vez de soñar con tus oppas. 

—No fastidies y llévame contigo. —Se colgó del cuello de Cherry. 

—¿Y si vas en mi lugar?

—Suena tentador, pero hay un gran problema, bueno muchos, no tenemos el mismo color de cabello, ni de ojos y soy unos cuantos centímetros más alta que tú. 

—¿Eso qué? Te pintamos el cabello, te ponemos pupilentes y decimos que mágicamente crecí. 

—Eres más delgada que yo y tengo muchos más atributos que tú. —Dijo señalando el pecho de Cherry.

—Decimos que me puse implantes. —Sandy se dio cuenta que su amiga no deseaba viajar a Seúl, en cambio, ella tenía ganas de conocer a todos los grupos de Kpop posibles y sobre todo, a su idol favorito, Kim Hyun Joong. 

Sandra se sentó en la cama y obligó a Cherry a que hiciera lo mismo. —¿Por qué no quieres ir?

Suspiró. —No quiero dejar a Rocco, sí… 

—Debes dejarlo, Cherry, no niego que Rocco sea una buena persona, pero últimamente te ha lastimado mucho. Te mereces una persona que te quiera y cuide de ti; no una persona que la mayoría de las veces este borracho o drogado, en la cárcel o en un hospital. 

—Yo lo amo. 

—¿Realmente lo amas o sólo temes que caía al precipicio? —Cherry agachó la cabeza. —Deberías buscarte un coreanito, son guapos; pero ojo, si te llegas a meter con mi hermoso de personalidad 4D, te mató —Dijo , para lograr que su amiga riera un poco, pero no lo logró. —Vamos, debo llevarte al aeropuerto. 

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