—Tu no sabes de música, cariño —Yoongi mueve la cabeza negando mis palabras.
—¡Perdóneme, señor melómano! ¡No creí que Mustard fuera el Mozart de nuestra época!
—¡Vaya! ¡Tenemos una comediante aquí! —el muy tonto se pone de pie en su lugar y aplaude a la nada —No digas esas idioteces, niña. Mr. Capone es mucho mejor que Oasis —toma asiento de nuevo y me señala con su largo dedo —Wonderwall es la única canción con la que los puedes ubicar sin que te equivoques de grupo —mi paciencia se agota con cada palabra que sale de su boca.
Es sábado y en las últimas semanas hemos tenido más clientela de la habitual, ya que el otoño está a la vuelta de la esquina y eso significa resfriados al por mayor. Así que, no queriendo, tengo que soportar a Yoongi y sus discusiones sobre cualquier tema que le parezca interesante.
—Yo también sé que Wonderwall es muy sobrevalorada y creo que Stand by Me es mejor en la versión acústica que en la original, pero no por ello digo que son lo mejor de lo mejor, Min —me cruzo de brazos y lo miro de soslayo.
Un par de personas entran al local y Min es el que atiende, ya que decidimos que nos turnaríamos al hacerlo. Lo veo hablar seriamente pero cambiar de actitud al momento de caminar a los estantes a mi espalda.
—La música de los noventas y principios de los dos mil son lo mejor —lo escucho rebuscar entre las cajas algún medicamento —Pero la mejor época de Oasis terminó en cuanto se separaron. Eran geniales, cariño, pero debes renovarte —reaparece hasta el mostrador con una caja de pastillas y continúa escuchando atento a la pareja de chicos al otro lado de él.
—Sí sabes con quién estás hablando, ¿Verdad, Yoongi? —elevo la ceja y no puedo evitar sonreír en cuanto vislumbro su mueca de desagrado.
Lo conozco lo suficiente para saber que quiere responder pero no puede por hablar con los clientes. La pareja se despide y salen del local. Me pongo enseguida de pie porque atrás de ellos hay otra persona pero no puedo atenderla ya que Min se interpone en mi camino.
—Sí, sí se con quien estoy hablando, con la futura mejor productora en la industria de la música —acerca tanto su rostro al mío que siento su aliento rosando mi nariz —Cariño... tú serás quien me mantenga cuando seas rica y tu fama llegue a los mejores —la sonrisa de gominola no tarda en aparecer y solo atino a empujar su rostro con mi mano y alejarlo.
—Cariño... —uso su mismo tono empalagoso de voz —Trabaja y así podrás mantenerte tú solo —sonrío de lado y por fin encaro al cliente que estoy segura, observó cada movimiento de nosotros —Bienvenido.
—Hola... Mi Jung...
—¡Namjoon! ¡Qué sorpresa! —en automático escaneo su rostro en busca de alguna herida nueva o hematoma de color morado —Es agradable verte sin sangre o banditas en la frente —creo que el ambiente cambió en un solo segundo, porque siento una ventisca fría a mi alrededor —¿Qué te trae por acá hoy?
—Yo... bueno... —lo noto nervioso y sudoroso debajo de ese gran abrigo café. Se rasca la cabeza y el color rojo le inunda el rostro en un santiamén.
Mis ojos se dirigen a Yoongi y solo noto como mueve sus labios antes de poder comprender lo que dice.
—¿Conoces a este niño, cariño? —Nunca antes me había molestado tanto el hecho de que me llamara cariño frente a alguien. ¿Por qué ahora sí?
—Lo conozco —por alguna extraña razón quiero decirle a Namjoon que Min no es nada mío y que no tiene que mal interpretar nada, cuando sale despavorido del local. Yo solo observo el lugar en el que antes estaba.
—Vaya... —Yoongi se queda mirando la salida y añade con voz neutra —Corre más rápido que Usain Bolt.
Su comentario sarcástico me enoja un poco pero no agrego más.
«¿Estará todo bien con Namjoon?»
*****
Yo también creo que la versión acústica de Stand By Me es mejor que la original
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Aquel Chico - Namjoon
Teen FictionLos pensamientos de ambos siempre se mantenían en sus propios mundos, divagando entre sueños y realidades que los atormentaban en su propia vida de mierda. Sin embargo, con el paso del tiempo, tanto Kim Namjoon como Mi Jung comienzan a compartir con...