Capítulo 25 - Final

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Capítulo largo



Si me hubiesen dicho que cuidar a un niño sería sofocante y estresante, entonces no hubiese aceptado nada desde un principio.

-Mira esas ranitas, cariño -le señalo al pequeño demonio en brazos pero me ignora de manera olímpica. Con esto me doy cuenta que ser madre no es para mí.

-¿No es muy pesado para que lo cargues tú? -su padre llega a mi lado y lo agradezco en el alma. Lo toma en brazos y lo eleva hasta casi tocar el cielo. Sonrío porque me enternece ver a mis dos bebés desbordando felicidad por todos sus poros.

A lo lejos una figura capta de inmediato mi atención. Un chico se pone de pie y trastabilla hasta darme la espalda, enfilándose a la salida. Es extraño, pero por alguna extra razón alcanzo a vislumbrar su perfil y mi piel se eriza.

«Imposible, es sólo producto de mi imaginación»

Mi pensamiento quiere tranquilizarme pero es imposible, ese perfil no podría olvidarlo aunque me hicieran miles de lavados cerebrales.

Con mis torpes pies corro en su dirección y dejo atrás a mis dos acompañantes. Él tiene pies largos pero lo alcanzo sin problema alguno. Lo halo del hombro y hago a que gire en su eje.

No estaba equivocada. Mi vista no me hizo ninguna jugada sucia. Es él. Kim Namjoon.

-Hola, Mi Jung -mi nombre en sus labios hace que me estremezca.

No puedo apartar mis ojos de los suyos y siento la loca y desenfrenada carrera de mi corazón retumbar en mis oídos. Ninguno ha perdido el contacto visual hasta que hablan a mi lado.

-¿Estás bien? ¿Sucede algo? -rompo mi lasciva mirada y observo al recién llegado.

-S-Sí, t-todo bien.

Ambos hombres se atreven a mirarse por un segundo y escucho como Namjoon suelta todo el aire que estaba sosteniendo.

-¡¿Oh Sehun?!



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-Me es imposible imaginar que tú y yo... -la incomodidad es muy notable tanto en su tono de voz como en su postura.

-También me es imposible creerlo -carraspeo y bebo un poco del agua frente a mí.

Ambos cerramos la boca y no decimos más. A nuestro alrededor, solo se escucha la gente hablar pacíficamente y los cubiertos sonando en los platos. La cafetería de la biblioteca es pequeña pero acogedora, aunque en estos momentos me parece sofocante.

-¿Hace cuanto que vives en California? -su pregunta es tonta pero es obvio que solo quiere romper el hielo. Soporto las ganas de reírme y respiro profundamente.

-Hace dos años y medio. Después de Nueva York tuve que mudarme aquí. La industria musical paga mejor de este lado.

-Veo que lograste tu sueño -agacha la mirada y la deja allí, donde sus dedos juegan nerviosamente por debajo de la mesa.

-Así es, y tal como lo veo, tú igual lo lograste -sus ojos se abren tanto que se hacen más expresivos.

-¿Cómo lo sabes? -inquiere, curioso.

-Los Ángeles está lleno de promocionales con tu rostro impreso en ellos -abro mis manos y mi voz se vuelve como esos anuncios de televisión -"Firma de autógrafos del gran escritor de novelas románticas: Namjoon Kim". Es difícil no percatarse de esos detalles, Namjoon -Es demasiado hasta para mí de nuevo pronunciar su nombre.

Aquel Chico - NamjoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora