Gato infiel

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-...Claro, me alegra tenerte como amiga Marinette-

Simplemente puedo recordar aquella sonrisa nerviosa y tierna que en ese momento mostró, además de un leve sonrojo.
Y una vez más aquel silencio incómodo, solo que ahora ambos nos mirábamos a los ojos sin decir nada.

-¿Estás libre para quedarte a comer?, mis padres quieren ver que estés bien después de ese accidente-

-¿Comer?, claro...bueno, no es como si tuviera algo mejor que hacer-

-Perfecto, entonces...¿Qué pasa Chat?, luces algo decaído-

-Tan solo es my lady-

-¿L-ladybug...que tiene ella?-

-Nada nuevo pero...una vez más me dejó plantado en nuestro patrullaje-

Le dí la espalda y miré el suelo aún algo triste, después volví a alzar la vista y pude contemplar a Marinette a través del espejo dándose unos pequeños golpes en la cabeza, al mismo tiempo que en su rostro se reflejaba una expresión de...¿enojo?, tal vez estrés, algo que me pareció realmente extraño.


-Seguramente estaba ocupada...(o lo olvidó de nuevo)-

Escuché aquel último susurro, llamó demasiado mi atención a tal grado de voltear rápidamente con gran confusión.

-¿Olvidarlo otra vez?-

-N-no lo sé...es t-tan solo una suposición, digo, si yo fuera ella, q-que obviamente no lo soy, l-lo olvidaría de vez en cuando-

-...Bueno, seguro está ocupada-

Esto no me dejó tranquilo, sin embargo, me limité a bajar nuevamente la mirada, después de todo, la Marinette que creía ya conocer hasta ese día, algunas veces actuaba un tanto extraño.

-Tranquilo, seguramente ella se siente igual de mal por no haber estado ahí contigo-

-...Nuevamente, solo lo dices para que me sienta mejor-

-Claro que no, ¿por qué dices eso?-

-Es que... ella ya no es la misma de antes, cada que estamos juntos solo se dedica a capturar el akuma e irse, solo nos decimos hola y adiós... sé que debe estar más ocupada y por el asunto de identidades en cubierto ella no quiere tener nada más que una amistad conmigo... y está bien, digo, ella ni siquiera me conoce ni yo a ella, tampoco quiero obligarla, pero...tal vez solo busca evitarme-

¿Qué puedo decir?, en ese momento aquella enmascarada era mi amor, pensar que me estubiera evitando era...una tortura.

-...Si yo fuera ella creeme que no me molestaría estar contigo Chat...yo creo que ella no lo hace por alejarse de tí, tú eres un chico fantástico  eres alguien único; tal vez deberías decirle como te sientes, estoy segura de que arreglarán este malentendido-

Mis ojos se centraron en ella con gran impresión, esas palabras eran justo lo que necesitaba en ese momento... sin embargo... me hubiera encantado que quien lo dijera hubiera sido my lady.
Aún así, sus palabras...me ayudaron a ver momentáneamente a la extraordinaria chica que se escondía ahí.

-... ¿En serio... crees eso de mí?-

Esta pregunta puso nerviosa a Marinette causándole un gran sonrojo... si conoces a Marinette sabrás que ella es muy tímida así que no se emocionen, que se ponga así en esta parte de nuestra historia no significa que ya me ame.

-¡No!, ¡digo sí!, di-digo...s-sí
...creo q-que sí-

-Gracias, creo que eso era lo que necesitaba escuchar-

Una tarde maravillosa que pude pasar al lado de mi princesa, solo diré que desde ese momento... mis sentimientos por ella comenzaron a crecer descontroladamente, ¿cuál es la razón? La verdad es que no lo sé, simplemente... se dió.
¿Pero qué iba a pasar con my lady? Eso era algo que no sabía responder, el hecho de pensar en cambiar de un día para otro mis sentimientos, hacía que me sintiera como... un infiel, a pesar de que mis sentimientos no fueran correspondidos, aún amaba a Ladybug, mi amor por ella era enorme... tanto que me estaba enamorando de alguien más.

-Gracias por acompañarnos Chat Noir-

Realmente ese día mi cabeza no dejaba de molestarme con esos pensamientos, ya eran varias veces las que ella me traía de regreso al presente.

-¿Qué?... a sí, gracias a tí por invitarme-

-Ten buen camino-

-Gracias... ¿crees que pueda venir a visitarte algún otro día?-

-Cuando quieras, pero seguramente tienes cosas más importantes que venir a ver a esta torpe chica-

-Para nada, es agradable pasar el rato contigo-

Fue lo último que le dije antes de activar mi bastón y partir de regreso a la mansión, seguramente mi padre estaría furioso por el tiempo que estuve fuera, pero claro que no me arrepentía de nada, sin que yo me diera cuenta, ella ya estaba a pocos pasos de entrar en mi corazón.

¿Destino o casualidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora