TU VOZ [Todobaku] (Terminada)

Final parte 1

— ¡Deja de hacer eso! — sinceramente  la inquietante mirada de su novio era desesperante en cierto punto.

Únicamente le pidió 30 minutos para preparar el desayuno pero a Todoroki literalmente se le resbalaba la baba de lo hambriento que estaba.

¡¿Acaso comer es lo único que sabe hacer?!

— ¡Mejor ven a ayudar y deja de ser inútil! — escuchó cómo la silla se abría detrás de él y el bicolor se acercaba junto a él.

— Si quieres que ayude te abstendrás a las consecuencias — se quedó en silencio a un lado esperando cualquier orden del cenizo.

Un momento.

¿Todoroki y cocina?.

Diablos no, mala combinación de palabras.

Era muy temprano cómo para tener que llamar a los bomberos y sinceramente no estaba de humor para vigilar que Todoroki no se corte un brazo con una cuchara o algo.

— Ugh, sólo quédate en silencio y espera a que termine — panqueques, panqueques será el desayuno de hoy.

Picaba algunas fresas con cuidado y preparaba minuciosamente la masa lo cual se hacía un poco difícil cuando Todoroki incluso quería comerse la masa sin cocinar, el bicolor se ganó un par de manotazos y pequeños golpes en la mano cada vez que intentaba robar algo de comida cuando el rubio se encontraba distraído.

— Ahora sí, puedes comer todo o te asesino — asentó dos platos sobre la mesa del comedor y ambos empezaron a comer.

Bakugo casi quería reír al ver la expresión de satisfacción en el rostro de todoroki cada vez que metía una cucharada de comida a su boca.

— No entiendo cómo es posible que comas tanto — ver a Todoroki en la hora del almuerzo era como un espectáculo, era impresionante la cantidad de platos que podía comer, aún no entiende cómo es posible que esté en forma.

— Yo tampoco lo entiendo, solo sé que tengo hambre todo el tiempo.

— Eres como una mascota a la que debo cuidar y alimentar — dijo en un pequeño susurró a la vez que soltaba un leve suspiro.

Alguna que otra mirada no pasaba desapercibida y tampoco se aguantaban las ganas de dejar alguno o varios besos en el rostro del contrario mientras comían.

Su tranquila y relajada hora de deayuno se vio interrumpida por unas voces y risas provenientes de la sala.

— ¿Es que cómo es posible que nos pasara eso? — una risa sonora salía de su garganta y sujetaba su estómago intentando contener la risa.

— Shhh, vamos a despertar a todos —  intentaba calmar a su acompañante pero él tampoco resistía la urgencia de reírse.

Ambos sujetos entraron a la cocina y se quedaron quietos al ver a dos personas ya desayunando en la mesa.

— Midoriya — nombró.

— ¡Kacchan!

— ¡Todoroki!— mencionó el pelirrojo.

— Deku — gruñó por lo bajo.

— ¿Qué hacen despiertos tan temprano? — Preguntó Kirishima.

— Lo mismo podría preguntarte a tí — ¿Kirishima y Deku?, algo anda mal aquí.

— Oh bueno, nosotros, ya sabes, teníamos hambre.

¿hambre?

¡¿Quién se cree que es Kirishima para mentirle y todavía en su cara?!

¡A su mejor amigo!