Un Simple Hola

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- Es un placer saludarla de nuevo señorita- luego de Fabián reconocerme tomó mi mano y me condujo hasta la parte trasera de la estación de combustible que estaba muy cerca de nosotros

La privacidad permite que me quite el casco para observarlo mejor

- ¿Cómo lo sabías? - muestro mi visible descontento en mi rostro

- No te cuidas del todo bien- acaricia mi mandíbula con uno de sus dedos dejando a su paso mi piel erizada por el contacto... se acerca peligrosamente a mis labios 

- Espero discreción de tu parte, como habrás notado no quiero que nadie sepa-  me separo de él

- Tranquila, solo quiero que ganes hoy, eso me bastará para quedarme callado… por ahora- vuelve a colocarse a centímetros de mi boca

Lo observo levantando una de mis cejas

- Eso no será problema, pero el por ahora no me da confianza-

- Y no debes tenerla- su respuesta me toma por sorpresa – yo te aconsejo que no te fíes de mi- deja un pequeño beso en la comisura de mi boca

Entonces se marcha en la dirección opuesta a la que hemos venido. ·· Ese hombre me desconcierta·· pienso mientras camino hasta mi moto ya con el casco puesto y escuchando que ya debemos ir a la línea, el corazón me bombea a mil, siento la humedad entre mis piernas.... esto no es normal 

·· Algo en su actitud no me cuadra··

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Como era de esperar gané la carrera, lo que nunca me esperé fue lo que sucedió después

- ¡¡¡Necesito a los tres primeros lugares ahora en la oficina del jefe!!!- todo el grupo de personas que estamos junto a las motos volteamos a ver

Es raro que nos llamen, y aún no han dicho cuál es mi recompensa

Dentro de la estación de combustible había una trampilla en el piso, algunos escalones nos guiaron a un pasillo con paredes negras y luces brillantes, debo decir que casi muero en el intento de bajar las escaleras con el casco, pero lo logré

Detrás de la puerta hay una estancia no muy grande, decorada con estilo moderno, utilizaron madera y algunos adornos blancos, pero debo admitir que esto está precioso, de quien sea, tiene buen gusto. En la mesa del centro está, como no, Fabián sentado con los antebrazos sobre esta y los dedos entrelazados

- Buenas noches señores, y señorita- hace un leve énfasis en esa última palabra mientras me observa de los pies a la cabeza

- La razón por la que están aquí es bastante sencilla- hace una pausa mientras se pone de píe

- Quiero que trabajen para mí, necesito personal de confianza y para eso era esta carrera, soy de las personas que cree- se detiene justo detrás de mí – que un buen corredor es bueno en lo que quiera-

- Eso no tiene sentido- hablo casi sin darme cuenta

- Tal vez, pero es mi ideología señorita- asiento

- Bien, los necesito conmigo casi a tiempo completo-

- Yo no puedo, tengo asuntos personales- todos en la sala voltean a verme, pero yo lo observo a él, debe saber de qué hablo

- Nosotros nos encargaremos de todo, no se preocupe, hoy solo necesitábamos informarlos-

Luego de eso ya no dice nada más y simplemente se sienta mientras los demás hombres nos conducen a la salida