Extras ºLibertad al finº

ºº

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El vapor de la ducha llenaba el baño, dificultando la vista.

Sus cuerpos mojados.

Las gotas de la ducha cayendo simulando una lluvia, una artificial.

El aroma del aromatizante, de lavanda, le daba un toque mas romántico...

Seria romántico y erótico si Sirius no estuviera cantando una canción muggle media rara a todo volumen, que de seguro los vecinos estarían escuchando -además de su hermosa voz, que ahora estaba desafinada por lo fuerte que cantaba-. Mientras lavaba el cabello de Severus entonaba aquella extraña melodía.

-Es enserio, Sirius, deja ya de cantar, es vergonzoso-

-Vamos Sevi, es seguro lo mejor que has escuchado alguna vez en tu vida- Replicó el chucho.

Su prometido solo rodó los ojos en señal de rendición, en ese tipo de "discusiones" Sirius siempre ganaba... ¿prometido?, pues si, Sirius salió en su forma canina y logró conseguir el anillo familiar y con este se le propuso a su pareja, pero esa historia es para otro ocasión, porque ahora Sirius penetraba fuerte y rápidamente al menor contra la pared de la ducha.

Estuvieron asi unos minutos, un pequeño polvo, ya que aún seguían bajo el agua y Remus, Harry, Hermione y los Weasley (menos Percy ya que este estaba lleno hasta el codo de trabajo y no pudo hacer espacio) los visitarían ese día y llegarían a las seis... eran las cinco y media. Con prisa (también magia) y entre broma y broma de parte del rizado terminaron dos minutos antes de la hora acordada.

Tocaron la puerta, Severus fue a abrir encontrando así a la manada de idi- digo, a los amigos y al cachorro de su pareja, dejándolos pasar con cara de pocos amigos -lo usual en él-. Los guió hasta la biblioteca que estaba en el piso de abajo donde allí, sentado en "su" sillón, estaba Canuto comiendo las galletitas que ambos hicieron antes de bañarse.

-¡Cachorro!- Sirius se levanto y prácticamente corrió hacia el chico de lentes para abrazarlo, elevándolo un poco del suelo, para luego soltarlo y regalarle una sonrisa.

Amaba la compañía de ese grupito, no lo malinterpreten, el ama estar solo con su serpiente, pero años separado de su familia de no sangre no es nada fácil.

Saludó a la manada de pelirrojos y a la niña, para después pedir hablar en privado con Remus, Merlín, cuánto extrañó a su lobito. En los merodeadores Sirius tomó el papel del hermano mayor, seguido de James ambos eran los problemáticos, Remus tomo el del tercer hermano, el responsable aunque era mayor por unos días James se le daba mejor el papel del segundo hermano... y Peter adoptó el papel del hermanito pequeño, era tímido y bastante asustadizo, pero además de ser un traidor- era bastante rápido y ágil.

-Le pedí matrimonio a Severus- soltó de la nada cuando ambos estuvieron apartados de los demás.

Los padres Weasley hablaban un poco incómodos con el de ojos ónix, que poco y nada les prestaba atención, los hermanos mayores, hablaban del trabajo de Charlie, los gemelos, Ron y Harry comentaban de las bromas de los mayores y por último las dos chicas reían de las cosas que publicaba "Corazón de Bruja", asi que nadie escucho lo que dijo el de ojos grises.

-....¿que?- Remus apoyaba la relación de ambos, claro que si... pero nunca, ni en sus más locos sueños vio a Sirius casarse... era una cosa de locos.

-Ajá- la sonrisa e su rostro era enorme, no la había visto desde que salió de ese lugar.

Un suspiro salió de los labios del lobo -¿Esto es lo que quieres?- preguntó con una pequeña sonrisa en el rostro.

-Lo amo, esto es lo que quiero-

-Entonces, felicidades- se fundieron en un abrazo, Sirius le susurró un "gracias hermano" antes de separarse. Se miraron a los ojos y el ojiplata fue hacia su prometido, lo levantó del asiento, se sentó y lo colocó entre sus piernas.

-Estamos saliendo desde Hogwarts y le propuse matrimonio- una pequeña risita abandonó sus labios.

Luego del silencio un poco incómodo, la preguntas de los demás los abordaron, contestaron la mayoría de ellas.

Remus quedó de pie un rato más, solo hasta que todo se calmara, para luego sentarse en otro sillón individual y seguir la plática.

Es quinto descubrió que se había enamorado de Sirius, aquel que consideraba su hermano, nadie lo sabía solo James... cinco años después del encarcelamiento injusto de Canuto, pudo darse cuenta de lo que el llamaba "amor" era más bien agradecimiento y un poco de desesperación por tener a alguien con quien sentir un tipo de cariño distinto al que sentía con su grupo de amigos. Cuándo Sirius cumplió los siete años en ese horrible lugar, encontró a alguien, al principio se negó a sentir algo por esa persona... pero fue imposible, en público se comportaba de una manera desagradable, pero con el era la persona más dulce del mundo. El único detalle era que estaba casado y con un hijo, aún asi continuaron con su amorío, el hombre seguía con su esposa, pero a el le juraba que no la amaba ni no hará, que solo era él y nadie más. Luego de tres años de su relación conoció a la esposa y el hijo, resulta que la esposa también estaba con otro hombre y solo estaban juntos por el testamento del los padres de ambos, así que cuando su hijo tomara el control acoraron entre los tres que los liberaría, ya que solo decía que su hijo no podría anular la unión pero no dijo nada de nieto. Al principio le costó un poco llevarse bien con el niño pero todo se facilitó cuando tuvo que cuidarle.

Estaba muy feliz por su hermano de corazón, el se casaría con aquel que ama más y eso era algo que el consideraba hermoso.

Como dijo una vez aquel hombre que ama "el amor suele venir de los lugares más extraños".

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Se despide Adelfa-