Capítulo Doce

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―Hola, mi bebé hermoso. ―Anahí sonreía ampliamente desde la pantalla―. Aunque no creo que seas ya un bebé.

―Estos son los videos que mencionó Jane, los que grababa Ann ―dijo Gina.

Ninguno respondió, todos estaban con la mirada fija en la pantalla.

―No sé porque motivo estés viendo el video o qué imagen tengas en este momento de mí, pero quiero decirte que te amo como a nada en esta vida. Y sabes, ―se rasco el cuello― es raro pensar que me estás viendo en este momento, cuando en este momento, mi momento, estás aquí. ―se sobó el vientre sonriendo―. Espero que puedas quedarte a escuchar lo que tengo que decir.

Anahí miró para su lado, parecía incomoda mientras se cogía las muñecas. Todos la miraban atentamente. Hyperion estaba bloqueado, viendo la imagen de su compañera en la pantalla. Se veía completamente sana, radiante y nostálgica. Sintió el impulso y hormigueo de abrazarla, pero sabía que era una imagen, ella no era real. Se sentía un poco enojado por no tenerla al frente como a la imagen, pero se calmó; de pronto la declaración que haría, podría dar una pista sobre dónde estaba y podría rescatarla.

―Como ya debes de saber, eres una Especie y no podías estar en el mundo humano. Me hubiera encantado estar contigo en cada etapa, verte crecer, estar con tu padre... ―Pequeñas miradas fueron dadas a Hyperion ante tal confesión. El corazón del macho se aceleró―. No sé si él me perdonó, espero que sí, y espero que te haya cuidado, enseñado y dado todo el amor que yo no pude. No podía estar con tu padre ni con nadie, personas muy poderosas y peligrosas estaban detrás de mí; y por eso decidí no poner en peligro ni hacer sufrir a nadie, mi conciencia no me permitiría hacer cosa tan vil, por eso hui. Después me di cuenta que tú ya estabas en mi vientre, lo recibí con mucha alegría, serias algo que me conectaría para siempre con Hache.

Varias lagrimas bajaban por las mejillas de la mujer, las cuales se limpió rápidamente.

:― Que estuvieras afuera de las murallas de La Reserva o de Homeland era muy peligroso, y era doblemente peligroso que yo fuera tu madre, por eso acordé solo estar a tu lado... por un año. ―La voz se le quebró―. Prefería que estuvieras lejos de mí, que incluso me odiaras pero que estuvieras a salvo con los tuyos... y con tu padre.

Ella sonrió tristemente y se acarició el vientre.

:―Trate de grabar algunos videos para que tuvieras una imagen de mí, porque no sé que haré de mi vida después de dejarte con tu padre, pero espero que tengas una imagen de mí como una madre que te ama con toda su alma, que estaba dispuesta a dar todo de ella, hasta el punto de dejarte ir para que tuvieras una vida normal y no estuvieras en peligro.

Anahí volvió a sonreír y la pantalla se puso negra. Gina dejó escapar un sollozo. Maximum empezó a llamar a su mamá entre balbuceos, y Gina lo pasó a su padre. Grandes lagrimas bajaban por las mejillas regordetas del niño Especie, mientras seguía haciendo pucheros. Hyperion seguía en trance mirando la pantalla negra y al mismo tiempo sostenía a su hijo.

―Eh... creo que deberíamos seguir mirando el contenido de la USB ―habló Slade mirando a Hyperion.

El macho apenas escuchaba lo que decían, sólo se concentraba en abrazar a su hijo y mirar la pantalla donde había estado su compañera. Se aferraba a su hijo para no salir corriendo a buscarla, aunque no tenía ni idea de donde podría estar.

Una imagen se abrió en la pantalla y el machó dio un gorgoteo. En la imagen se veía a Anahí con una enorme barriga, sonriendo y al lado de un pequeño campo de rosas blancas.

―Creo que podríamos dejar las fotos de lado, esas se revisan después. ―Gina habló.

La imagen se cerró, pero Hyperion no dijo nada, el único que se movía y seguía llamando a su madre entre pucheros y sollozos era Maximum.

―Yo creo que podríamos dejar por aquí hoy. ―Fury expresó―. Estas deben ser las fotos que mencionó la humana que cuidó a tu compañera.

Mientras Fury le hablaba a Hyperion y Gina, Slade abrió un documento. El canino gruñó cuando leyó algunas líneas. Todos lo miraron, hasta el bebé paró sus sollozos y se aferró a su padre.

―Los documentos que tanto estaba ocultando Anahí están aquí. Aquí está el motivo por el que la tienen retenida. ―Fury habló sombríamente.

El primate se acercó a la pantalla y trató de leer. Sólo había aprendido algo muy básico y gruñó por no poder entender el porqué del secuestro de su compañera.

―¿Qué dice? ―gruñó.

Slade y Fury se miraron. Gina se separó de los brazos de Sugar y se abalanzó sobre el escritorio y empezó a leer rápidamente. El primate volvió a preguntar y dio un paso al frente, hacia los dos caninos, pero Sugar puso un brazo sobre el hombro de Hyperion.

―Tu hijo ―le dijo, recordándole que no estaba solo ya.

Hyperion miró a su cría y éste lo miraba haciendo unos pucheros y con los ojos aguados. Le pasó una mano por las mejillas limpiándole las lágrimas y lo recostó sobre su hombro.

―¡Tienes que estar bromeando! ―exclamó indignada Gina.

Todos fijaron su mirada en ella.

―¡Hijo de puta, cabrón! ―gritó Gina mientras seguía leyendo―. Es Jayden Wilsons, el senador.

Todos se acercaron al monitor.

―¿Estás segura que es él? Es un pez gordo del gobierno y decir algo sobre él puede tener graves consecuencias. ―Sugar le dijo.

Señaló la pantalla: ―Aquí lo muestra. Las transferencias de dinero a una empresa de armas en Kazajistán son principalmente de la cuenta de su esposa y de su cuñado, pero hay algunas transacciones de su cuenta privada. ¡Hijo de puta! Miles de personas está muriendo a diario por el dinero que financia este energúmeno. ―Gina se apartó de la pantalla y se llevó las manos a la cabeza―. ¡Ojalá me lo topara de frente para hacerle sangrar la nariz!

Sugar sonrió ante la amenaza, le parecía adorable la cara feroz que colocaba su futura compañera.

―Esto hay que tratarlo con confidencialidad y delicadeza. ―Fury sacó su celular―. Llamaré a Justice, tiene que estar aquí de inmediato.

Se alejó hasta la gran ventana que daba a la fachada del edificio.

―No entiendo por qué no confió en mí y me contó todo. ―Gina puso la cabeza sobre sus rodillas―. Si hubiéramos sabido de esto antes, habríamos podido frenar su reelección.

―No confiar en nadie ―dijo Hyperion.

Gina levantó la cabeza y miró al primate mientras mecía a su hijo.

Era verdad lo que dijo. Anahí siempre había sido reservada con toda en su vida, muy pocas veces decía lo que le pasaba, era así desde niña, pero esperaba que eso fuera cambiando con los años. Sí había sospechado de su visita, pero lo vio como una oportunidad de fortalecer los lazos que se había debilitado irremediablemente con la distancia y los años.

―Creo que debemos llamar al General, al padre de Anahí ―dijo Slade.

Hyperion y Gina lo miraron frunciendo el ceño. Por lo visto nada bueno iba a salir de ese encuentro.





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Holi, volví. Jeje tengo vergüenza porque creí que ya había actualizado y no lo había hecho. 🙈 Aquí está un nuevo capítulito, y estoy un poco contenta porque ya estoy volviendo a escribir más, como antes.

Un pequeño favor: Soy de Colombia por si algunos no lo saben y debido a la reciente cesura de las redes sociales es muy difícil conseguir información de la situación que esta pasando y le agradecería mucho que ustedes compartan la poca información que está circulando en las redes sociales, porque el mundo debe de saber que en Colombia el estado nos está matando.
#SOSCOLOMBIA #SOSCALICOLOMBIA #PARONACIONAL #NOSESTANMATANDO

👆Pueden buscar en redes sociales los anterior hashtags y les aparecerá información, aunque no toda *ejemCensuraejem*👆

Espero que les guste, nos leemos luego. 👋

Hyperion. Nuevas Especies #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora