Capítulo Trece

11.4K 956 51
                                    

Emme dormía plácidamente con su peluche en un brazo y su dedo pulgar en la boca, mientras todas las miradas estaban sobre él.

Hyperion se había negado a ir a su casa hasta que llegara Justice y dijera que sería lo siguiente que harían; incluso estaba pensando en participar en la misión, quería estar presente en el rescate de su compañera.

Slade y Fury estaban mirando los documentos en el computador mientras susurraban cosas. Gina estaba en una esquina tratando de contactarse con su tío, el padre de Anahí. Sugar quería hablar con Hyperion, pero no sabía cómo; éste sólo estaba sentado al lado de su hijo mirándolo fijamente.

―¿Qué... qué se siente ser padre? ―preguntó Sugar.

Hyperion no se movió, sólo pestañeó mientras seguía mirando a su hijo.

―¿La extrañas? ―preguntó de nuevo, miró a Gina que estaba hablando por el teléfono.

El primate no contestó, siguió mirando a su hijo.

―¿Cómo hiciste para que Anahí aceptará ser tu compañera? ―La mandíbula de Hyperion se tensó ante la pregunta, pero no dijo nada.

Sugar apartó la mirada del macho y volvió a mirar a Gina. Suspiró y se sentó al frente de Hyperion mientras miraba al suelo. Por un lado, estaba tratando de hacer una conversación con el macho, pero también quería saber de consejos para poder persuadir a Gina de que aceptara que él fuera su compañero. Para ese tipo de cosas sí era tímido, y no se había sentido con confianza para preguntarle a los otros machos que tenían pareja.

―No pregunté. ―Sugar miró al macho sorprendido, éste seguía mirando a su hijo―. Sólo tocar y saber que era mía. ―El felino tenía sus dudas de ese método―. Darle sexo ―Hyperion apartó la mirada de Emme y lo miró fijamente―, y encadenar a la cama.

Sugar sabía que esos no serían los mejores métodos para convertir Gina de ser su compañera, pero algunas parejas de los Nueva Especies habían tenido métodos parecidos, según había escuchado. Cuando iba a preguntar sobre la última frase, Gina se acercó a ellos.

―Hable con su secretaria, dijo que iba a tratar de contactarlo para que se comunique conmigo. ―Gina miró a los machos. Hyperion observó a los dos y luego volvió su mirada a su hijo.

―¿Interrumpo?, ¿Hablaban de algo? ―Gina siguió mirando a los dos machos.

―No, nada. ―Sonrió y se levantó dejándole puesto para que ella se sentara.

En ese momento las puertas se abrieron dejando ver a Justice, Darkness y Hunter.


~*~

Los ojos de Anahí estaban tan hinchados de llorar, no dormir y golpes, que le era casi que imposible ver. Solo podía ver una tenue figura y se hizo la dormida. Tenía un constante silbido en el oído derecho porque un golpe, sus labios estaban también hinchados, un diente roto, la nariz lastimada, varias cortadas en su cara. Estaba segura que su hombro estaba dislocado, su tobillo torcido y por lo menos tres costillas mallugadas que le hacía doler cada respiración.

―El senador me ha estado presionando, no sé qué hacer. Esa mujer no dice nada y sabes que golpear a una mujer es raro.

Hubo un silencio. Clara señal que estaba hablando por teléfono.

―Sabes que lo hago, pero es que una mujer es diferente, es la primera vez que lo hago. Además, esta parece que se fuera a partir en cualquier momento.

Anahí quiso sonreír. Ella no estaba ni cerca de romperse.

―Creo que es un caso perdido. O ella quiere que la maten o de verdad no tiene los archivos y se equivocaron de chica.

Hyperion. Nuevas Especies #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora