Debían armar un buen plan para terminar con toda esta amenaza, y el indicado para ello no era otro más que Jean, aún si fue algo que él mismo impuso si sus compañeros.
Annie, gustosamente, aceptó ayudar en esta ocasión. De alguna forma, el simple acto, simbolizaba una venganza por lo sucedido con su pareja, y no pensaba negarse a ello.
La idea era utilizarla como cebo, y así, una vez en el momento y lugar deseado, Levi se encargaría de neutralizar al monstruo. Sin embargo, primero debían averiguar su escondite, sin embargo, ese era el mayor enigma hasta el momento. El problema es que ese ser nunca permanecía mucho tiempo en el mismo lugar, y por mucho que Levi intentara rastrearlo, no encontraba ni siquiera un rastro o esencia.
- P-Puede que haya una forma... - se encontraban en la alcoba de Annie ultimando los detalles, y ante ello, estaban expectantes sobre lo que diría - Desde... Desde qué tengo estos ataques, además de saber quién morirá, bueno... Yo... S-Si toco algo de esa persona... Bueno... Puedo saber dónde está... - bajó la cabeza, pues creía que la tomarían por loca, pero para su sorpresa, sucedió todo lo contrario. Levi sabía intuía de las capacidades que la rubia pudiese tener, pero fue incapaz de confesarle aquello que era, más por temor a su reacción. Los presentes al pensar sobre lo que dijo, se desanimaron, pues no tenían nada de esa ser para localizarlo.
- Os equivocáis... Si hay algo... - Levi descubrió su hombro, donde apenas quedaba rastro de la herida que le provocó el monstruo - Has dicho qué necesitas tocar algo para poder encontrarlo... Entonces hazlo... - la joven delicadamente tocó esa zona y cerró sus ojos para concentrarse. Era como si una mano tirase de ella y la llevase al lugar exacto, y en cuanto abrió de nuevo los ojos habló.
- Está al este del bosque... Oculta en las cuevas...
Allí estaba Annie, en mitad de aquel bosque, y a media noche, bajo la luna llena. Se oía el cantar de las aves nocturnas y el mover de las hojas a causa del viento, pero de un momento a otro no se oía nada.
- Vaya vaya... Al parecer hay una ranita extraviada... - el monstruo se fue acercando lentamente a su víctima.
- Me parece que eres tú la extraviada Jorogumo, pero tranquila, te ayudaré a encontrar el camino de vuelta... - el monstruo se giró para enfrentar a Levi, quien desde la copa de los árboles descendió, mientras los hombres ocultaban a la chica para ponerla a salvo.
- Así que sabes lo que es soy... Pero... ¿Alguien como tú acaso se ha molestado en averiguar cómo he llegado a ser lo que soy ahora? Claro que no... Pero tranquila... Te voy a instruir... Te darás cuenta que alguien como tú no es rival para mi... - la joven permanecía callada, analizando cada uno de sus movimientos - Hace unos años... El bosque Malhela... No lograron destruirlo, pero tuvieron una mayor gloria... Y a partir de ese suceso comenzaron a crearse seres como yo... Con una única misión - tras recordar las palabras del monstruo, algo hacía conexión entre lo que decía y sucedía con ese lugar. No solo el hecho del campo protector que protegía al bosque. Aquello servía para recordarle una y otra vez que la búsqueda incesante de su persona continuaba, por mucho tiempo que pasase - Obtuvieron algo muy valioso del bosque... - el ente rió, mientras ella permanecía seria y a la defensiva, analizando todo lo que sucedía - Muestras... Poco después... Se llevaron a niños y a niñas de las ciudades conquistadas... Mataron a nuestras familias... Nos golpearon, torturaron y envenenaron para hacernos así... Mi hermano murió por ello... Y yo... Me he convertido en esto... ¿Aún así pretendes matarme ? Pierdes tu tiempo... Solo te queda sucumbir... Tú fuego no puede afectarme... Y la gobernadora estará más que complacida con tu muerte...
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El monstruo que habita en mi.
FanfictionLevi siempre se ha creído un monstruo, pero tras mucho sufrimiento finalmente lograba la paz que ansiaba, pero... ¿Qué ocurrirá cuando alguien de su pasado oscuro acuda en su ayuda? -Personajes de Hajime Isayama -Historia propia, prohibida su copia...