Los Nuevos Tiempos

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Tal como predijo, Eren buscó por todo el pueblo, inclusive los lugares más insospechados para encontrar a la azabache, y no halló respuesta, o así fue hasta que después de una búsqueda incesante logró encontrar un camino el cual seguir. Y tras preguntar a algunos transeúntes, la encontró. Allí sentada, contemplando la puesta de sol sobre una pequeña colina.

Cansado como estaba se acercó lentamente y se apostó a su costado, sentándose para así reponer fuerzas, aunque fue el único que habló.

- Sé lo que sucedió mientras Jean y yo estuvimos ausentes, y yo no piens--- rápidamente fue interrumpido por la ojigris.

- No sabes nada... Después de todo, ese vejestorio tiene razón... - ella hizo el amago de irse, pero en esta ocasión fue Eren quien la detuvo.

- Si te vas, estarás haciendo exactamente lo que ellos esperan... - ella se detuvo y lo enfrentó - Ya no puedo más Levi... Esto me está superando... ¿Sabes? Captaste mi atención desde el primer día, y te admiraba... Y a medida que iba conociéndote más me iba enamorando de ti... Me gustaban hasta de tus pequeñas torpezas, pero esto duele... Duele el hecho de que la persona que amas, te aparte de ese modo, y no confíe en ti lo suficiente como para confesarte tus miedos y preocupaciones... Me gustaría saber porqué duele tanto amarte... - confesó con dolor - Entiendo por qué lo haces, pero no lo respeto... Porque al final, haces exactamente lo que todos esperan de ti, huir...  No me importa el futuro o lo que nos depare, pero tengo claro que quiero vivir mi presente contigo...

- Tienen razón... Al final soy una cobarde... Y es por temor que no puedo siquiera confiarte lo que me perturba... No puedo permitirme amarte... ¿Es que no lo entiendes? No quiero perderte... A ti no... - su mirada viajó por todo su rostro y se enfocó en el cuello del joven. Allí permanecía la misma alhaja que le entregó tiempo atrás, y aún si su cabeza le decía que no, su corazón se colmó de felicidad ante tal descubrimiento.

- Levi... No me importa lo que decidas, si eliges continuar o no... Pero no quiero que te culpabilices a causa de las equivocaciones de alguien más, lo que únicamente deseo es que logres obtener la felicidad que tanto has buscado... No puedes impedir que desee estar junto a ti... Puede que mi futuro junto a ti sea oscuro, o puede que no lo sea... No me importa nada, pero lo que tengo claro es que te amo, como jamás he llegado ha hacerlo con nadie...

Aquellas palabras fueron como una tormenta o un pozal de agua fría para ella. Fue algo mágico, como si todas y cada una de sus preocupaciones fueran desapareciendo, y fue en ese preciso instante, y ese mismo acto, lo que logró fue que por ella misma regresara a su forma humana.

Eren se congeló en ese instante, y no sabía cómo reaccionar ante ello. Ambos se sorprendieron y cuando se miraron a los ojos rieron cómplices, porque de alguna forma se sentían más unidos que nunca.

- Gracias... - comenzó a hablar entonces Levi - Muchos dicen que soy yo la que los ayuda... Pero creo que eres tú el que me hace ser así... - quiso detenerse y olvidarlo todo, pero fue imposible que a su memoria no vinieran aquellas palabras que le dedicó Jean antes de su marcha. Tal como dijo, estaba en lo cierto, y si no hacía algo, se arrepentiría toda la vida - Aún mantienes el colgante... - el joven lo ocultó entre sus manos debido a la vergüenza que sentía, al tiempo que desviaba su mirada - ¿Sabes lo que significa? - el castaño hizo el amago de devolverlo a su verdadero dueño, pero ella sostuvo su mano - Adopta muchos significados, pero en mi familia es una promesa...

- Levi que estas--- lo interrumpió de nuevo.

- Quise dártelo porque no había un mejor portador... La gente se ha preocupado por lo que soy durante todo este tiempo... Tú has sido el único que lo ha hecho por quién soy... Sinceramente, no sé lo que me depara el destino, pero no quiero irme, teniendo en mi corazón el sentimiento de arrepentimiento por no haber valorado y estado junto a la persona que me ama verdaderamente... -  Eren francamente estaba en shock, y más, cuando de los ojos de la joven comenzaban a brotar lágrimas - Esto, es una muestra de que no importa la distancia que nos separe, pues nuestras almas y corazones están unidas... Eren, tu... ¿P-Podrías perdonarme por lo idiota que he sido? Sin ti, yo--- fui abruptamente interrumpida cuando el muchacho se abalanzó sobre ella para comenzar a besarla intensamente. Era como una forma de decirle que todo lo sucedido no importaba, y sólo lo hacían los sentimientos que tenían, y Levi podía verlo, y no podía estar más feliz por ello.

El monstruo que habita en mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora