Máscara rota

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Fue cuando ambos salieron del despacho y vieron lo que estaba sucediendo, que el capitán comenzó a dar órdenes intentando repeler el ataque enemigo. Prepararon los cañones dispuestos a contrarrestar el ataque, pero apenas lograban tomar ventaja con sus rústicas armas. Escasamente lograban causarles daño, y para desgracia de todos, uno de los cañones alcanzó parte del casco del barco. 

Les invadió el desasosiego, y ante el triste futuro que tendrían,  y muchos de ellos se dieron por vencidos. Levi intentó que el capitán siguiese luchando, pero él también abandonó la lucha y únicamente se dirigió hacia un barril y se sentó sobre este, como si estuviera en espera de la muerte. La azabache no podía permitirse aquel final, no solo para ella, sino para todos sus compañeros, y aunque se arrepintiera por lo que estaba por hacer, antes de acobardarse se dispuso a hacerlo. Pero en estos momentos, para Eren, Levi era como un libro abierto, y con tan solo mirarla a los ojos presintió lo que estaba por hacer, y no podía hacer más que temer por ello, y lo que le pudiese suceder.

- ¡Ni se te ocurra! - se acercó presuroso hacia su persona y la agarró del antebrazo - No pienso permitírtelo... Sabes lo que ocurrirá... No pienso---- No,  no puedo perderte... No de nuevo...

- Es mi deber Eren... - fue entonces cuando ella le acarició el rostro cariñosa y afectuosa, como si se estuviera despidiendo con aquel pequeño gesto, motivo más que suficiente para que Eren se negara una y otra vez -  Siento hacer esto, y en estas circunstancias... - En ese instante Levi lo miró a los ojos por última vez, se acercó lentamente y finalmente lo besó. Ya no podía negarlo, pues aquella simple acción que durante tanto tiempo se obligó a no cometer, y que se sintió como un consuelo para ella. Si eran sus últimos momentos, deseaba al menos tener ese dulce recuerdo en su memoria.

Se separó finalmente de él, y se acercó hasta la zona en la que se abrió el boquete, y con un control total, congeló el agua que entraba a través del casco y bodega del barco, sellando, al mismo tiempo, el agujero.

Tenía poco tiempo tenía para recobrar y maniobrar en el aire, pues una bala de cañón se dirigía hacia el navío, dispuesto a tumbar el mástil, por ello, corrió y saltó hacia esta, y con su dominio de las corrientes de aire, devolvió la bala y las siguientes que llegaron con una fuerza sobrehumana que logró impactar a todos los presentes que aún no creían lo que estaba sucediendo, al igual que la triste mirada de Eren y Jean, quienes sabían lo que se avecinaba una vez todo acabara. Lanzó varios ataques de fuego con gran potencia al unirlos con el aire, pero lo único que logró fue que ardieran las velas y el mástil del barco enemigo. 

Se vio en la obligación de usar ataques combinados, aún si eso significaba agotarse, aunque poco importaba figurando su futuro. Levi no pudo evitar recordar aquellos días de juventud, en aquella plaza, o siendo golpeada en aquella celda gris, maloliente y lúgubre, volviéndose a sentir como si estuviera en la casilla de salida.

Finalmente se logró lo esperado, e imposibilitó cualquier ataque enemigo, ganando así, la batalla. Cuando bajó del lugar en el que estaba suspendida, se sentó agotada, en espera por lo que sucedería. Eren y Jean se dirigieron hasta ella con la intención de defenderla, pues aquellas miradas de estupefacción mutaron a una de odio, y como si de un león se tratase, el cual arrincona su presa, aquellos hombres hicieron.

- NI SE OS OCURRA ACERCAROS... A NO SER QUE QUERÁIS SALIR HERIDOS... - gritó  furioso Eren. Formó en sus manos grandes llamaradas de fuego, amenazándolos de nuevo, y Jean lo secundaba. 

Ante sus acciones, Levi se levantó para sostener su mano y detener el ataque de sus manos y lo mirarlo con gran sentimiento. Ingenuamente creyó que era esto a lo que Hanji se refería, después de todo, el pasado siempre vuelve...

El monstruo que habita en mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora