Capítulo 7

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Camila veía de reojo a la peli-negra con tristeza, la mujer estaba caminando frente a ella ignorándola por completo, por culpa de la castaña se habían perdido.

Ajá.

Al final de todo, la castaña no conocía perfectamente los alrededores de la cabaña, y gracias a su terrible orientación, ambas se perdieron, aunque al final fue culpa de ambas, Lauren por confiar en que la castaña sabía dónde estaban, y Camila por confiar en el sol.

—¡Joder, me rindo!—Exclamó molesta la oji-verde.

Lauren se sentó en el pasto cruzándose de brazos, la oji-verde no estaba molesta con Camila... Bueno, si, pero estaba más molesta consigo misma por no lo lograr ningún jodido avance con la morena, y eso la frustrada terrible.

—Señ...

—¡Me vuelves a decir señorita y te juro, Camila, te juro que si salimos de esta, tu vida será un infierno!

Explotó.

Camila bajo la cabeza con tristeza, reconocía que la había hecho explotar, pero eso no quitaba el hecho de que se sentía terriblemente mal. La oji-verde suspiró tratando de calmarse, bien, se había molestado por ese maldito señorita pero joder, ya no soportaba más que la llamara señorita, ¡Por Dios, tenían casi la misma edad!

Casi, porque la mujer de piel pálida era un año más grande, ella cumplió apenas los 19, al igual que Camila cumplió hacía unos meses los 18, no era una diferencia alocada como lo era su arreglo matrimonial.

El hombre tenía 32 años, ¡Y él era viudo, por el amor de Dios!, pero según su madre, él era perfecto para ella.

—Lo siento, Camila, solo estoy... Cansada—Se disculpó antes de soltar un suspiro.

La castaña levantó la cabeza de golpe haciendo que se mareara, algo que provocó una sonrisa en la peli-negra.

—¡No, no, no, yo lo siento!—Camila aceptó su error, sabía que a Lauren le molestaba que le dijera señorita... Casi a todas les molestaba, pero era una base de su educación que no pudo quitarse—Lamento haberte molestado, también lamento habernos perdido... Y hacer que cayéramos por la colina... Y también por ignorarte... En serio, lamen...

—Camz, basta.

La castaña enrojeció y por primera vez en varios días, la miro a los ojos con sorpresa, ¿Camz?, ¿Le había dicho Camz?

—¿Ca-Camz?

Camila parecía apunto de colapsar, su corazón latía demasiado rápido contra su pecho... Camz, ella le había llamado Camz, Lauren... La persona que más quería de diferentes maneras, le había dicho Camz, un apodo, pero no de cualquiera, ¡Lauren le había puesto un apodo!, Camila casi explotaba al ver cómo la oji-verde se ponía completamente roja, corazón parecía casi salir de su pecho, no podía aguantarlo más.

—Ehm—Se aclaró la garganta nerviosa—Sí, Camz, un apodo... Pero puedo no llama...

—¡Me encanta!—Interrumpió sentándose sobre sus rodillas a un metro de la mujer—Quiero decir me gusta, sí, sí, me gusta.

Corrigió ahora sintiéndose avergonzada, nuevamente se había dejado llevar por la emoción, ¡pero está vez no le importaba, Lauren le había puesto un apodo!, eso era una maravilla para la morena.

—Oh, entonces, mhm... Hola, Camz—Volteó a ver de reojo a la castaña para después volver a fijar su vista en sus pies.

La morena mordió sus labios para tratar de detener la sonrisa boba que quería salir de sus labios.

Feeling goodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora