Capítulo 2

802 80 116
                                    

Tres chicas veían aquella mujer tirada, la más alta había traído una rama y se había hincado para empezar a tocarle el rostro con la rama, sin embargo se llevó una reprimenda por la de más edad.

-¡Dinah, no!-Reclamó sin levantar demasiado la voz para poder despertar a aquella muchacha inconsciente.

-¡¿Qué?!-Chilló la más alta volviendo a picar a la muchacha-Esta dormida, de seguro ni siente...

-¡¿Y si es peligrosa?!-La más grande interrumpió empezando a caminar en círculos argumentando lo difícil que había sido llegar hasta ahí.

-¿Cómo saben que es ella?-La mujer negra intervino, ella se encontraba sentada a los pies de aquella muchacha y había visto algo que las demás no.

-¿De que carajo hablas, negra?, ¡es mujer!, ¿no le viste el rostro?-La rubia más alta volteo a ver a la mujer sentada dirigiéndole una mirada de "¿que sucede contigo?"

La más grande estaba por concordar con la mujer más alta pero algo capto su atención, la más alta se acerco un poco más aquella mujer y con la rama quito el pelo que cubría su rostro.

-Una mujer muy hermosa y con una enorme y roja marca en la cara-Añadió la mujer viendo una línea roja cruzada en el rostro.

-Di, lo digo por...

-¡¿Por qué viste con ropas de hombre?!, que clasista, mujer-La rubia alta negó con decepción.

Mientras la mujer negra y la rubia alta discutían, la rubia-castaña vio a sus alrededores y notó un bolso, camino hasta el y pidió perdón antes de abrirlo, lo que había dentro era extraño pero nada diferente a lo que ella esperaba.

Ropas de hombre.

Pequeñas fotos.

Pero la ropa interior le llamo la atención, ¿acaso aquello no era muy ajustada y de hombre?, no lucía demasiado cómodo. Cerró el bolso con el listón y se colgó el bolso a la espalda al ver los tirantes que tenía, se volteó y rodó los ojos al ver a sus dos inmaduras amigas pelearse por decidir quien era más clasista que la otra, se acercó a la muchacha y volvió a dirigir su mirada a lo que le había llamado la atención.

Un bulto entre los pantalones, y uno grande debido a que se notaba a pesar de lo holgado de los pantalones.

-¿Tendrá ropa ahí?

Se pregunto en voz baja ingenuamente. Caminó y se hincó a un lado de la muchacha ya sin importarle si le resultaba peligrosa, analizo su cuerpo con el ceño fruncido, lucía tan pequeña y delicada pero a la vez peligrosa. Vio sus brazos pero no pudo decir mucho debido a que la ropa se los cubría, a excepción de las muñecas, sin pensarlo dos veces, tomó el brazo de la muchacha lentamente pero quedo espantada cuando la manga resbalo dejando ver su brazo libre.

Muchas cicatrices casi invisibles pero debido a la acumulación se hacían notar mucho más, ella había visto esas cicatrices antes cuando vivía en la nobleza, esas eran las marcas que sufrían los hijos de duques cuando estudiaban, y si se llegaban a equivocar, con una vara o con una cinta de cuero, les golpeaban los brazos para después seguir las lecciones. Un pequeño sonido llamo su atención y pudo ver en la muñeca una cadena que había ignorado.

-Karlos...

-¡Allyson Hernández!, ¡¿por qué la tocas?!, ¡¿No que muy peligrosa?!-Dinah era la que paró de pelear para reclamarle a la mayor.

Allyson la ignoro y siguió leyendo la cadenita, "Karlos Estrabao".

Estrabao.

-Tiene pene.

Feeling goodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora