Capitulo 8

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Las mujeres veían con una sonrisa aquella escena en el sofá, Camila estaba en las piernas de la pelinegra, sus brazos rodeaban su cuello y su cabeza estaba enterrada en su pecho, de alguna rara manera, tenía una de las piernas de Lauren entre las suyas, la castaña estaba aferrada a la ojiverde mientras dormía,  mientras Lauren tenia recargada su barbilla en la cabeza de la castaña y uno de sus brazos abrazaba la cadera de la morena mientras que el otro estaba recargado en las reposeras del sillón. 

—Les dije que solo necesitaban una caída de una colina para que se juntaran, ah pero no me creían—Dinah negó la cabeza con decepción—Y luego se hacen decir mis amigas—Puso su mano en su pecho dramáticamente. 

—Creo que solo necesitaban tiempo para hablar—Susurró la mayor recargándose en la pared.

—Admite tu derrota, Brooke—Desafió la rubia.

—Jamás—Desafió la rubia entrando al juego, mientras que Normani recargo se cabeza en el hombro de la rubia con cansancio.

—¿Estás cansada?, ¿quieres subir a dormir un rato más?—Dinah ignoro su competencia de miradas con Ally al sentir el bostezo de la mujer. 

—No, no, no, estoy bien, vayamos a hacer el desayuno—Murmuró lentamente y con voz cansada, la verdad era que si se sentía cansada pero el hambre le ganaba más que el sueño.

—Iré por algunas verduras—Dijo Ally moviendo la cabeza una vez hacia arriba antes de darse la vuelta y caminar lentamente hacia la salida, tratando de no hacer ruido para despertar a las dos mujeres que dormían el sofá.

—Dinah, ¿Puedes ir sacando algunos...?

—¡Por supuesto!—Interrumpió tomado de la mano a la mujer negra y prácticamente arrastrarla a la cocina.

Laura sonrío al escuchar todo, ella no estaba dormida cómo Camila lo estaba, sin embargo, estaba disfrutando ese momento de comodidad y calor que proporcionaba la morena. Sentía su corazón ir con más lentitud que antes, sin embargo, latía fuerte sabiendo que se encontraba con alguien a que empezaba a sentir algo más que el querer. Lauren, por primera vez no sintió miedo por aquello, no sentía la característica del temor a un sentimiento tan desconocido y temido por muchos.

Amor.

Quizás solo habían pasado casi dos semanas, pero no podía negar aquello, no podía simplemente no sentirlo, ya no quería contenerse más, ya no quería la sensación del "¿Y que pasara después?" , simplemente lo dejaría libre, dejaría libre finalmente la sensación de sentir;

¡Me gustan las mujeres!

¡Me gustan los hombres!

¡Dios, me gusta Camila!

Con ese pensamiento en la cabeza, rodeó con sus dos brazos el cuerpo de la castaña para acomodarse de una manera que en lugar de estar sentadas estuvieran acostadas, Camila estando sobre la Lauren, así de esa manera sería más sencillo dormir para la oji-verde.

No pasaron ni siquiera un minuto cuando la ojiverde cayó profundamente dormida, siendo colocada entre los suaves suspiros de la morena, simplemente no había una descripción exacta de lo que sentía la ojiverde, pero lo podría decir cómo perfecto.

Camila, estando aún dormida se ha acomodado entre los pechos de Lauren, sintiendo el latido de su corazón, y así volviendo a caer aún más en el mundo de los sueños, siendo ella colocada por el "Pum... Pum... Pum..." Del corazón de Lauren.

***
»Un mes después«

Camila parecía no poder separarse por completo de la ojiverde, parecían tipo de garrapata ferrada a algún animal. Lauren, fuera de sentir incomodidad, se sentía más agusto al saber que Camila tampoco se quería separar de ella.

Feeling goodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora