❝ 𝒯𝒽ℯ ℳℯ𝓁ℴ𝒹𝓎 𝒪𝒻 𝒪𝓊𝓇 ℒℴ𝓋ℯ ❞ Kɪᴍ ᴛᴀᴇʜʏᴜɴɢ & ʏᴏᴜ

𝚅𝙸𝙸

...

 El cielo se teñía de  un celeste, el dulce sonido que se formaba al rasgar con el arco las cuerdas del violín, la hermosa sonrisa de T/N acompañada con la de sus padres hacía que por fin sintiera de manera completa la pasión que tanto hablaba mi padre al tocar, —ya sea para hacer felices a las personas o acompañarlas en su dolor— al estar allí tocando   junto a otros, suaves melodías que llenaban aquel salón.

Una vez todo terminado salí a tomar un poco de aire notando ahora que aquel océano invertido pasó a ser un mar de azul oscuro adornado por unas que otras estrellas de hace varios años luz, o quien sabe...

 Me encontraba en el balcón para poder observarlas con detenimiento y tal vez meditar un poco, apoye mis brazos sobre el barandal que dejaba ver dicho cielo estrellado y dirigí mi vista hacía este.

— ¿Por qué yo?— murmuré un poco alto.

— Porque si —respondió T/N  quien se posaba a mi lado con una pequeña sonrisa luego de que una baja risa traviesa saliera de sus labios —¿Qué haces aquí?— preguntó divisando en donde estaban dirigidos mis ojos. 

— Yo solo... quise ver las estrellas— las señalé con mi dedo índice— también... se puede decir que para pensar— bajé mi vista al pasto que rodeaba la casa.

— ¿De qué te arrepientes? —soltó seguido de un suspiro .

— De nada... eso creo —musité sin quitar la mirada de aquella hierba verde— y...¿tú de qué te arrepientes?— devolví la pregunta.

— No lo... sé— sus ojos se fijaron en mí— aunque... de nada nos sirve el arrepentirnos, lo hecho, hecho está y si cometimos un error debemos aprender de este para poder seguir adelante y asegurarnos de no volverlo a repetir...

— De tu boca suelen salir incontables palabras sabias —alcé mi vista para conectar con la suya notando las comisuras alzadas de sus labios y las mías no se quedaban atrás.

— ¿A qué le temes? — formulé viendo como su sonrisa se desvanecía... sin darme cuenta la ataqué, metafóricamente, con mi pregunta.

— N-no lo sé con exactitud... puede que a la muerte que nos persigue o a irme de este... mundo, sin antes haber dado... ¿lo mejor de mí?... —murmuró y soltó un suspiro— supongo que aún.... no sé en realidad a que le temo... —confesó con sus ojos ya cristalizados —¿Y tú...? ¿a qué le temes? o... ¿cuál es tu temor?...

— Yo... temo a perderte... es que simplemente con tu existencia yo... creo que soy feliz... adoro tu sonrisa... tu voz... sin saberlo llegué a amarte... y no quiero perderte —confesé observando sus brillantes y ya acuosos ojos —lo siento... si suena muy cursi... es que a veces sé que lo cursi no va mucho con tu-

— Besame —rogó la castaña con lágrimas que se deslizaban por sus mejillas siendo estas iluminadas por la luz de la luna.

De manera delicada coloqué uno de sus mechones detrás de su oreja y con mi dedo pulgar limpiaba el rastro de sus lágrimas haciendo movimientos circulares con este. En un momento sigiloso tomé una de sus mejillas con una de mis manos, posando la otra en su nuca, ella rodeó mi cuello con sus brazos y al terminar nuestro acercamiento pude degustar y empalagarme en el dulce néctar de sus labios mientras me adueñaba de estos entre suaves movimientos.