Dos

Capítulo 3. Traice

POV ALESSA.

"Estoy en lugar un poco sombrío, camino por un pasillo totalmente desierto, lleno de flores marchitas, no sé dónde estoy, sólo sé que hace frío.

Escucho a lo lejos un par de voces, camino hasta llegar a un cuarto que parece un lugar de mala muerte, tiene un hedor bastante desagradable, está muy sucio, y es bastante amplio, no le entra luz por ningún lado, en el fondo veo dos niñas, exactamente iguales.

Ambas tienen una tez blanca, pálidas, su cabello es castaño, lacio en la parte de arriba y con bucles en las puntas. Sus mejillas son bastantes adorables, sus ojos son marrón oscuro, casi negros, diría yo, y ambas tienen puesto un vestido blanco, con zapatos blancos, están jugando cada una con un peluche.

Me acerco un poco más y puedo notar que se ven un poco bajas de peso, se les nota mucho el hueso de la clavícula, tienen la mirada un poco triste.

-Tengo hambre.-le dice una de las gemelas a la otra.

-Resiste, ya casi viene mami.-le responde ésta con una voz esperanzadora.

-Tengo frío, Traice. No quiero que vengan los monstruos y nos vuelvan a hacer daño. Quiero a mami.-le dice la niña que es un poco más baja.

-Tranquila, todo va a estar bien, pronto estaremos en el parque, comiendo helado y jugando con mami, resiste.-Pero, de repente llegan 3 tipos, altos, muy altos, musculosos, con muchos tatuajes y con una pinta que si los miras mal te asesinan.

Y a las niñas se les refleja el miedo en su mirada, comienzan a gritar que alguien las ayude y los hombres las golpean, comienzan a llorar, mientras que Traice le dice a su gemela:

-Resiste, mami vendrá pronto.
Pero al decir ésto uno de los mastodontes la golpea tan fuerte que la niña suelta un grito ensordecedor.

-A ver si así aprenden a quedarse calladas, mocosas.-les grita éste.

En un momento Traice lo muerde y éste la suelta y ella emprende la huida pero, Dios no, este mismo saca un arma y le dispara a Traice.

-¡NO! ¡AH!-grito, tratando de ayudarlas, lucho contra alguien, no lo sé, intento ayudar a Traice, intento hacerlo, grito con todas mis fuerzas mientras alguien me grita:

-Vamos, Aless, despierta.- me gritan a lo lejos y poco a poco recobro el sentido.

Cuando observo todo a mi alrededor veo a mis padres y a Frankie en mi habitación, asustados, mamá está llorando y Frankie tiene esa mirada de suma preocupación. Rompo en llanto mientras mamá y papá me abrazan y me dicen palabras tranquilizadoras.

-¿Estás bien, pequeña?
No puedo articular palabra así que hago un no con mi cabeza.

-¿Quieres hablar de eso, cielo?-ésta vez pregunta mamá.

-N-o.-digo con la voz casi que ni yo lisma me escucho.

-Está bien, Thomas, Frankie, vayan a descansar, que yo me quedaré con Ales hasta que pueda volver a dormir.

Todos asienten, me dan un beso y un abrazo y salen de la habitación. Me acurruco al lado de mamá y empieza a cantarme la canción qur solía cantarme de pequeña cuando tenía pesadillas. Cuando mamá cree que me he quedado dormida, me da un beso en la coronilla y se va a su cuarto.

A la mañana siguiente me levanto con un humor de perros porque no pude recobrar el sueño y me duele la cabeza.

Llego a la cocina y veo a todos comiendo en la barra americana.

-Buenos días.-digo a todos.

Papá levanta la mirada de su periódico y me regala una cálida sonrisa.