Dos

Capítulo 6. Jamie querido

POV ALESSA.

Había pasado más de 1 semana desde que el doctor Khan me dio el alta. Los 4 días que pasé en observación, fueron un completo martirio, la comida era poco comestible, los dolores de cabeza eran insoportables y me despertaban a las 4:00 de la madrugada para la ronda. Odio los hospitales siendo paciente.

Me encontraba frente al armario, buscando algo que ponerme, hoy saldría con la persona de los mensajes. Necesito algo liviano, la columna me duele mucho aún y las costillas apenas están sanando. Así que opto por un vestido veraniego, color lila y unas sandalias bajas. No me maquillo, pues mi cara ya es un asco con los moretones.

Mi hermano salió con Lissa, y mamá y papá están en el trabajo. Así que cojo las llaves, mi abrigo y salgo de la casa. Hace 10 minutos pedí un taxi, estoy un poco nerviosa. Le escribo un mensaje a Jules mientras llega el taxi.

"¿Qué haces, guapa?"

Su mensaje llega enseguida

"Ayudando a mamá en unos asuntos de trabajo"

No le respondo pues el taxi llega.

Me subo a éste y le indico la dirección del lugar. Media hora después llego a mi destino, es un lugar bastante alejado de todo. Un escalofrío me recorre todo el cuerpo. Empiezo a sentir de nuevo observada. Antes de que decida devolverme, la persona llega con su sonrisa de "soy el dueño del mundo", como la odio.

Se acerca a mí y me empiezo a arrepentir de esto.

-Hola, sobreviviente.-me dice mientras se pasa uno de sus dedos por sus labios. Joder, no me había fijado en su aspecto hasta ahora.

Flashback.

¿Quién carajos me había mandado ese mensaje?

Necesito sacarme de dudas, necesito saber si es la misma persona que me golpeó.

"¿Qué quieres?"-le respondo.

Su mensaje no llega y me empiezo a desesperar. Pasa 1 hora y nada que me respondo y ya estoy empezando a morder mis uñas. ¡Qué intriga! Opto por volver a escribir.

Entro a su chat, pero me doy cuenta que está escribiendo, así que me salgo de inmediato.

"Así que sigues viva"

¿Cómo que así que sigues viva? ¿Qué esperaba? ¿Qué muriera? Santa Bárbara. Así que le respondo.

"La verdad es que no, estoy sentada desde el infierno viendo todo lo que hace todo el mundo mientras veo un capítulo de You, acompañado de palomitas"

Menudo idiota. Cuando envío eso me arrepiento, Dios santo, ¿y si es la persona que me golpeó y yo jugando a ser la sarcástica? Reprimo un grito para que ninguna enfermera se alarme y venga corriendo.

Pero, lo que me responde me deja aún más con enojo.

~..~

Presente.

Era muy guapo, sí que lo era, demasiado, tanto que intimidaba. Era blanco, su cabello era negro y tenía los ojos azules, tanto que parecía agua cristalina. Sus facciones eran demasiado. Tenía la mandíbula definida, sus labios rojos y carnosos, ¡santa Bárbara! Ni hablar de sus cejas y pestañas, tiene unas cejas pobladas y unas pestañas largas y espesas, totalmente envidiables. Lo odio más. Tiene su cuerpo definido, se le nota que hace ejercicio, tiene sus brazos marcados, su dorso es ancho y de altura, mide aproximadamente 1.90. Parece hecho en un laboratorio. Nota que no digo nada, así que dice: