Todo Por Ella.

01 [√√].

«Y ahí estaba, frente a ella, sus ojos miraban a los suyos como la primera vez que se enamoraron.

Y de su boca salió, con la voz entrecortada:

-Conrad... »

-¿Porqué no puedo tener un amor como en los libros?- Digo para mí misma, cerrando el libro que yace en mis manos.

-Tal vez porque no sales a ver el mundo exterior... -Mi madre entra en la habitación con las galletas de chispas de chocolate que siempre hace. Tomo una.

-¿Para qué? ¡No es lo mismo! El mundo exterior aburre, todo en mi vida es aburrido.

-Te estoy diciendo que si tan solo salieras a pasear por ahí...

-No me gusta salir y lo sabes- interrumpo.

Ella pone las manos en sus caderas.

-Jenny, tienes casi diecinueve, ¿cómo no vas a querer salir? Estás en una de las etapas más importantes en tu vida.

-Lo dice la persona que cuando me gustaba salir no me dejaba más de las nueve de la noche.

-Tenías diecisiete.

Yo blanqueo los ojos.

-Creéme, si yo pudiera volver el tiempo atrás para tener tu edad lo haría sin duda - dice ella.

-Saldré y pasaré por una librería - ella me mira mal -No quiero pelear, me dijiste que saliera, no a qué.

-Ve a una cafetería o a un bar, no creo que hayan librerías abiertas a las siete de la noche.

Reí irónicamente -Para tu información, sí las hay.

-¡Quiero que me digas que has ido a un bar o a tomar algo! -me grita ella y sale de la habitación.

Me miro en el espejo, de soló pensar como vestirme me dan náuseas, así que me voy al baño con la mente en blanco.

Cuando salgo, ya son las siete y media. Me pongo un jean y un jersey, unas botas corte alto y ya estoy lista, a mi parecer.

Voy al baño para hacerme un moño, al hacérmelo salgo y encuentro a mi mamá con el ceño fruncido.

-¿Enserio iras así a un bar?

-¿En qué momento dije que iría a un bar?-Dije.

Me miró con fastidio, se hizo a un lado y me dejó salir.

Al salir de la casa el viento helado golpeó mi piel, haciendo que me estremezca, por instinto me empiezo a sobar mis brazos desnudos en un intento de darme calor.

Empiezo a caminar hacia la librería, la cual queda a veinte minutos de aquí caminando.

Voy absorta en mis pensamientos, cuando siento un golpe en seco en mi hombro, me volteo y veo a un sujeto con capucha negra, me mira con sus ojos de un color grisáceo, me quedo embobada. Luego, reacciono cuando se va, sin decir nada.

Decido que debo retomar mi camino a la librería, pensé por un momento en seguirlo, pero el leer libros me dió un montón de expectativas donde hacer eso no terminaría bien.

Varias personas que estaban cerca cuando eso pasó me preguntan si estoy bien a lo que yo asiento en modo de respuesta.

Paso por la librería, que yace cerrada. Tiene un papel en la puerta que dice "Cerrado por problemas laborales".

Pongo mala cara y retomo mi camino, llego a la cafetería que está abierta las 24 horas y de inmediato una chica que trabaja allí viene.

-Hola, mi nombre es Annie, te atenderé esta noche. ¿Vas a pedir ya o quieres el menú para después?- pregunta sonriente.