Ya es sábado por la tarde y estoy tirado en el suelo viendo el techo.
En pocas palabras, no hago nada.
Como apenas estamos empezando el período no nos dejan tantos trabajos.
Antes siempre hacía esto, casi todo el tiempo estaba en esta misma posición viendo el mismo punto, la misma mancha producida por la humedad de un ático al que lo perforan varios huecos por el cual pasa el agua cuando llueve y que nadie a querido reparar. Pero ahora, ahora me siento diferente...me siento vacío. Siento un gran hueco el cual no soy capaz de rellenar, no con comida, no con sonrisas hipócritas, ni siquiera con el tiempo que pasa es posible. Pero lo que duele mas, lo que hace cada vez mas grande este hueco, es cuando me acuerdo de la razón por la cual fue creado.
¿ Cómo alguien que quieres tanto puede hacerte tanto daño con su ausencia ? No logro comprenderlo ¿ cómo el amor puede convertirse en dolor ? Obviamente no me refiero al amor físico, al que va de la mano con la lujuria sino al amor en sí, el que te hace sentir completo con simplemente ver lo sonreír.
Quiero seguir leyendo el diario pero no puedo moverme, por más que lo intento mi cuerpo no responde. Pasan las horas y yo sigo ahí, hasta que siento que abren la puerta, me obligo a mirar quién es y veo a Jacob, su cara muestra alivio mientras dice.
- Por fin, te estaba buscando -
- ¿Necesitas algo? - trato de ser algo amable, aveces pienso que soy muy duro con él.
- yo no - pero tu novia esta aquí, te esta esperando en la sala -
- ¿Mi novia? Yo no tengo novia - lo digo en voz baja como si se me hubiera olvidado y me lo estuviera recordando.
Esta situación amerita a que me levante así que lo hago y me dirijo a la sala para conocer a mi novia que no sabía que tenía. Pero no antes de ir al baño y verme en el espejo, quien quita que una súper modelo de el colegio se haya enamorado de mi y vino a declarar su amor.
Sé que eso nuca va a pasar, pero sea quien sea no quiero verme tan mal.
Bajo las escaleras y me encuentro con...Luisa. ¿Por qué Luisa esta en mi casa?
-Hola - digo para que se de cuenta de mi presencia.
Cuando se voltea, puedo ver que su cabello negro tiene algunos mechones azules, cosa que no pude notar en el colegio pues casi siempre lo tiene recibido.
-H...hola - lo dice nerviosa.
- Y...¿qué haces aquí? -
- Ah, es que el lunes tenemos un examen de matemáticas y...pues a ti se te da muy bien y...quería saber si tu...puedes ayudarme a estudiar. -
Yo no soy tan bueno. Por Dios es matemáticas, sí saco buenas notas pero es porque la materia es fácil, no porque sea un prodigio matemático.
- Claro -
Las siguientes dos horas me las pase enseñándole a Luisa las diferentes razones trigonométricas, sus gráficos y la ley del seno y el coseno. Enseñar no es tan fácil como pensé, hay que repetir muchas veces lo que uno ya sabe.
Cuando me aseguré que a Luisa le hubiera quedado todo claro la invité a comer afuera. Tenía dinero y un hambre voraz.
Salimos de la casa, Jacob esta jugando con su xbox y mis padres no demoran en llegar, así que no hay problema.
El camino fue un poco incómodo, no sabíamos a donde ir así que decidimos caminar hasta que encontráramos algo. No hablamos en todo el trayecto.
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figuras en servilletas
Teen Fiction¿Realmente conocemos a las personas? Esto mismo se pregunta Isaac mientras lee el diario de su difunto mejor amigo. > Se le escucha decir mientras duerme, su débil hilo de voz casi como un susurro; producto de otra pesadilla causada por el remord...