figuras en servilletas

Capítulo 1

Estoy sentado en el portón de mi casa.

Miro hacia el vacío, pienso en todo y al mismo tiempo en nada.

El único nombre que permanece en mi cabeza es Abril.

Abril fue... ES mi mejor amigo, con solo un año menor que yo.

Nos conocimos por nuestros padres y nos volvimos almas gemelas, dos caras de la misma moneda, no teníamos los mismos gustos pero se perdía decir que nos con penetrábamos el uno al otro.

Volteo la cabeza y me percató de que Gloria, la mamá de abril, me esta llamando.

Me paro y voy hacia donde ella se encuentra.

-¡Isaac!-

Espero a estar enfrente de ella y la saludo con un "Hola"

-quería preguntarte si, te gustaría subir a la habitación de Abril y tomar algunas cosas. Mañana vamos a regalarlo todo a la caridad y...no se pensé que tal vez...-

Lo dice mientras mira hacia en suelo, yo personalmente pienso que si mi hijo se muere, a los 3 días después no estaría regalando todo a la "caridad".

-bueno...- digo tratando de sonar despreocupado, aunque la rabia me diga que le grite lo mala persona que es.

Ella me abre la puerta y yo entró. No hace falta que me indique a donde ir, pues conozco esta casa, como la palma de mi mano. La habitación de Abril queda subiendo las escaleras al fondo a la izquierda.

Al entrar, un sin fin de recuerdos me apalean, uno después de otro, a una velocidad inalcanzable para la raza humana. Algunos buenos, otros no tanto, pero al final son solo eso... Recuerdos.

Su habitación, como la describía el, es la mas ordenada del mundo.

Tiene una especie de biblioteca, con muchos libros, demasiados diría yo

Que están clasificados por un tipo de código que solo el era capaz de entender.

Me acuesto en su cama y me digo a mi mismo - Ojalá tuviera una gran bolsa mágica para que toda la habitación cupiera en ella -

Es estúpido, lo se, pero...es algo que él diría.

Era muy extrovertido y decía todo lo que se le venia a la cabeza, el era la persona mas feliz del mundo.

Empiezo mi "recolecta de tesoros" no me llevo mucho, solo algunas cosas que no me hagan olvidarlo jamas.

Justo antes de cerrar la puerta me fijo en la biblioteca y veo un cuaderno, como una especie de diario que esta pintado de negro, un día abril me dijo que el negro era su color favorito, le pregunte porque pero esa pregunta nunca me fue contestada.

Cojo el cuaderno y salgo de la habitación, bajo las escaleras y salgo de la casa sin hacer el mayor ruido posible.

Entro a mi casa y voy directo a mi habitación, dispuesto a dejar las cosas que alguna vez le pertenecieron a abril, pero que ahora el destino las a puesto en mis manos.

Las dejo en una mesita que tengo al lado de mi cama y me tiro literalmente a mi cama a ojear el cuaderno.

Lo abro y la primera palabra que hay esta repintada como por cincuenta trazos de lapicero negro, pero no es eso lo que me impresiona, lo que lo hace es lo que se lee y es una gran y espeluznante MUERTE .