Mundial de escritura: escritos

02/06

Consigna: escribir una derrota (personal o grupal) de manera cómica. Podría ser un fallo amoroso, un viaje que salió mal, un problema laboral, etc.

Escrito:

Blanco y negro, luz y oscuridad, bueno y malo, son solo algunos ejemplo de cosas que tiene un punto medio, y no pueden existir sin el otro. Es incluso más interesante, el hecho de que conviven en el día a día, intercalados. Extraño y común a la vez, que algunos de tus mejores recuerdos sean el momento anterior o siguiente a los peores, o al menos así es para mí. Viajes, esos son los recuerdos más complejos de todos. Levantarme temprano cansada y con mucha energía, irme lejos de casa y extrañarla por completo o ni un poco, disfrutar tanto el viaje en si que no quiero llegar a destino, estar en el destino y no querer irme. Muchas palabras, una sola idea. Uno de los mejores viajes que tuve fue el que más fallos tuvo, y me parece indigno de quedar en el olvido. Así que busquen un lugar cómodo, un poco de agua, algo para picar y prepárense para leer.

Todo empieza como un viaje escolar, completamente fuera de lo común. Planearlo y organizarlo fue una gran complicación, teniendo en cuenta el hecho de que recién pudieron confirmarlo después las vacaciones de invierno y de un mes y medio de paro indeterminado. Salimos de noche, aunque éramos alrededor de cien chicos nos dividieron en trafics que llevaban menos de quince. Me senté durante el camino al lado de la ventana, una de mis cosas favoritas para hacer mientras viajo. Mirar el paisaje por horas y horas, a veces sacarle fotos, pero la mejor ventaja es poder apoyar la cabeza en el vidrio y sentir el movimiento del transporte. Bueno, es genial hasta que toma la ruta a velocidad y el "suave movimiento" se convierte en tu cabeza golpeándose repetidamente contra el vidrio.

Un par de paradas, charlas y siestas después, estábamos llegando a destino. El camino subía inclinado y en un momento este viaje escolar nos conectó bastante a la escuela. Específicamente a las clases de física, la cual nos explicaba por un lado el porqué a mayor altura había menos oxígeno e hizo que el motor se parara a medio camino y por el otro que la fricción de las ruedas/el freno era suficiente para no bajar repentinamente en reversa. Ni que fuera montaña rusa. Por suerte unos minutos después volvió a funcionar el motor y subimos sin más paradas. Una vez abajo nos dijeron, una muy linda noticia, que no estábamos en el lugar de descanso, sino que íbamos a caminar hasta allá.

Me gusta sacar fotos de paisajes, y con el celular a mano la caminata me iba a dar la oportunidad de sacar bastantes, o al menos eso parecía. Una de las cosas que vi por primera vez era una nube de cerca, y dije en voz alta "Que lindo sería pasar por adentro de una nube"... ERROR. Al parecer a la nube le gustó tanto la idea que nos acompaño durante los 3 días del Champaquí. Con el tiempo el "lindo fresquito" se transformó en humedad. Las gotitas de agua que parecían brillitos en el pelo terminaron arruinando el planchado que tenía al mojarlo todo. Como la nube cortaba la visibilidad no dejaban de repetirnos el "mantener la filita india". Esto sumado a que no pudimos cargar los celulares me dejó conseguir una cantidad de fotos mucho menor a la que quería, además de hacerme perder el amanecer que vimos el último día.

Pero descontando eso, y que el primer día me resbalé de una de las rocas cruzando una parte de agua y hasta llegar al lugar de descanso para poder cambiarme mi ropa me cantaba "Bajo del mar, bajo del mar. Vives contenta, siendo sirena, eres feliz!", fue un lindo viaje. Pude conocer a algunos compañeros de otras divisiones, y aprender que si vas a caminar 48 km en tres días es mejor tener algo de entrenamiento o tus pies van a doler hasta cuando no los usas.