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consigna: narrar una historia o escena a partir de la enumeración de objetos cotidianos.

escrito:

Parecía una escena otoñal. En el suelo las hojas amarillas, las naranjas, las marrones. Tapaban el suelo completamente, como una enorme alfombra. Los árboles y sus ramas desabrigadas. Las paredes de madera de la casa y el fuego que las consumía. Incluso el galón rojo vacío a sus pies y la caja de fósforos que tenía combinaban con la gama de colores. La mano de Alex no dejaba de temblar, Mica la tomó para calmarlo.

-No es lo que había que hacer, pero fue lo mejor. Gracias-

Sintió un suave apretón como primera respuesta. El shock empezaba a pasar.

-Es lo que hacen los amigos ¿No?-

-¿Incendiar casas y romper maleficios? Tenía recuerdos diferentes de lo que significaba la amistad-

-O es que lo nuestro es diferente-

Ambos se miraron. Alex alejó su mano para no volver las cosas incómodas. Pensar, que toda esa aventura empezó para demostrarle a sus amigos que era valiente, y al final nunca lo sabrían. Aunque la chica insistiera en no tener problemas de contarlo, él sabía que lo mejor era guardar el secreto. ¿Cómo explicarle a alguien que una bruja secuestró a una niña, la embrujó porque la casa en la que vivía estaba embrujada para necesitar siempre un inquilino y quería un reemplazo, por lo que la chica vivió décadas encerrada hasta que llegó a romper el embrujo. 

-¿Cómo un cuento?-

-Eso depende ¿Pensabas en un cuento de hadas o de terror?-

Un ruido los interrumpió. El crujido de las maderas se intensificó, el fuego pasó de naranja a verde, la base cedió. Lo único que quedó frente a sus ojos fueron cenizas y vidrios rotos. Las hojas del perímetro se veían intactas, si eso no era magia, Alex no sabía que podría serlo.

-Aunque no lo parezca, más bien en uno de misterio-

Si pensaba en como pasaría el tiempo siguiente, no estaba para nada equivocada, tendrían muchos misterios que resolver. ¿A dónde viviría?¿Con quién? La primera opción que consideraron fue hablar con la policía, con una historia falsa pero creíble, para que regresara con su familia original. Ninguno consiguió ideas para ese plan. ¿Podría estudiar y graduarse? Muchos de los libros de la casa le ayudaron a no quedarse solo con conocimientos básicos, pero Micaela sabía que esos libros no eran lo suficiente, menos sin un título que lo avalara. ¿Cómo conseguiría un trabajo en el futuro? Ahora que la vida hechizada se había terminado, tocaba volver a acostumbrarse a la real.

- Si, las cosas pueden ponerse difíciles... Bueno, tampoco es que podamos evitarlo-

-O... tal vez si-

Él la vio confundido

-¿De qué estas hablando?-

-Puede ser que uno de los libros tenga la respuesta... y que no haya quedado dentro de la casa-

Comentó mostrándole el libro que ocultaba a sus espaldas. Habían acordado dejar todas las cosas allí, lo que incluía el libro, pero no pudo evitar llevarlo consigo. Alex esperaba que al menos valiera la pena, y aún más importante, que no les trajera efectos secundarios. Sabía que ese libro era de hechizos, y eso traía un nuevo problema, iban a necesitar una bruja para realizar cualquiera de ellos.

-No hay forma de que vaya a ocupar mi tiempo libre buscando una bruja-

-Entonces creo que te tengo dos noticias. Una buena y una mala ¿Cuál quisieras primero?-

-¿Por como van las cosas? La buena primero-

-No vamos a necesitar una bruja-

-¿Esa es la buena? ¿Cuál es la mala?-

La joven dejó el libro en el suelo, mostró sus manos con las palmas hacia arriba, y estas combustionaron espontáneamente con fuego verde.

-Que tenemos que hablar...-

Mundial de escritura: escritosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora